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Mitt Romney, un mormón en busca de la resurrección de la clase media de EEUU

Romney pretende la resurrección de las clases medias de EEUU.

El exgobernador de Massachusetts, Mitt Romney, se acerca cada vez más a postularse como el delfín republicano que plantará cara al presidente Barack Obama el próximo noviembre.

Con tres victorias en la primera ronda de primarias, incluidos los caucuses celebrados el pasado sábado en el estado de Nevada, el eterno candidato podría ver cómo su sueño de batirse en duelo por la Casa Blanca se hace realidad. Sin embargo, aunque las encuestas le postulan como el perfecto adversario del demócrata, con menos de dos puntos de diferencia, Romney aún deberá apuntalar bien su campaña si no quiere sufrir ningún traspiés.

Con una fortuna que podría oscilar entre los 190 y 250 millones de dólares -sólo en 2010 se embolsó un total de 21,6 millones de dólares, según su declaración de la renta-, este mormón representa a la perfección al 1 por ciento de la población que tanta polémica ha creado en los últimos meses. De hecho, Romney levantó ampollas la semana pasada con unas declaraciones poco acertadas en las que aseguró no preocuparse por "la población más pobre" del país. Poco después aderezó dicho mensaje afirmando que su preocupación "estaba en el corazón de América", es decir: su objetivo es la clase media.

Impuestos y funcionarios

Es cierto que, a día de hoy, con una economía que crece por debajo de su potencial aunque la tasa de paro se haya reducido al 8,3 por ciento, las presidenciales y la ronda de primarias republicanas se han convertido en un referéndum de cómo rescatar el sueño americano.

Así, el exgobernador de Massachusetts defiende la reducción de impuestos para el corporate de EEUU hasta el 25 por ciento, incrementar la exploración de petróleo tanto en las costas como en tierra firme o deshacer reformas implantadas por la administración, como la sanitaria (Obamacare) y la financiera (Dodd-Frank). A ello habría que sumar medidas como reducir el gasto discrecional, no relacionado con Defensa, en un 5 por ciento, además de reducir en un 10 por ciento la base de funcionarios que trabaja para el Gobierno.

Terry Fitzgerald, economista de la Reserva Federal de Minneapolis, aseguraba a Reuters que el rápido crecimiento de la clase media durante la posguerra se ha desacelerado en los últimos 30 años pero, aun así, tiene un tamaño considerable. "De 1947 a 1975, el crecimiento fue muy rápido, desde entonces ha sido más lento, pero en ningún caso ha habido un estancamiento".

Aun así, algunas de sus promesas electorales son difíciles de alicatar. Su principal talón de Aquiles está en el modelo de seguro médico que impuso en Massachusettss en colaboración con el fallecido senador Ted Kennedy. Barack Obama tomó dicho proyecto como referencia para la reforma sanitaria que tanto odian los republicanos y que todos los candidatos prometen anular.

De hecho, al contrario que el resto de contrincantes, el exgobernador de Massachusetts comparte ideas con Obama más allá del desliz sanitario. Romney apoya la implantación automática de incrementos en el salario mínimo federal para mantener el ritmo de la inflación. Y también el papel central que el aumento de las exportaciones estadounidenses y readaptación de los trabajadores podría jugar en la reactivación de la clase media estadounidense.

Cualquier similitud con el demócrata queda ahí. Desde la campaña de Romney aclaran que "las políticas de Obama han sido un desastre para la clase media". "Mitt Romney, se centra en ayudar a los estadounidenses con ingresos medios, que han sido los más afectados por la economía de Obama". ¿Y cómo pretende el exgobernador de Massachussets lograr su cometido?, eliminando cualquier tipo de imposición fiscal sobre dividendos, ingresos de capital e intereses para aquellos individuos que ganen menos de 200.000 dólares al año.

El factor religioso

El gen religioso de Romney, mormón reconocido y practicante, es un arma de doble filo. No debemos olvidar que el 28 por ciento de los estadounidenses considera el mormonismo una secta y el porcentaje sube al 31 por ciento entre los republicanos, lo que explica que Romney tarde en consolidar la nominación conservadora. Al fin y al cabo, si se rasca un poco, el electorado busca "un buen cristiano" en la Casa Blanca.

Sin embargo, los miembros de la Iglesia de los Santos de los Últimos Días, como les gusta ser referidos a los mormones, tienen gran presencia en el corporate de EEUU. Desde J. W. Marriott Jr, presidente de Marriott International, hasta Nolan Archibald, consejero delegado de Black & Decker o David Neeleman, fundador de la aerolínea Jet Blue Airlines.

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