Global

Los líderes nigerianos, criticados tras los ataques islamistas

(Reuters) - Nigeria carece de líderes competentes para lidiar con sus problemas de seguridad, dijo el lunes un ex dirigente militar, tras los ataques con bomba de militantes islamistas contra iglesias en el día de Navidad, que dejaron al menos 27 muertos.

Muhamadu Buhari, un líder del norte que perdió la última elección presidencial en abril frente a Goodluck Jonathan, indicó en un comunicado en un diario nigeriano que el Gobierno respondió lentamente y mostró indiferencia ante los atentados.

La secta islamista Boko Haram, que aspira a imponer la ley sharia en el país más poblado de África, se adjudicó la responsabilidad por los tres ataques contra las iglesias. Es la segunda Navidad que causa una masacre en sitios sagrados para los cristianos.

El papa Benedicto XVI condenó los atentados, calificándolos de "gesto absurdo" y rezando por que "las manos de los violentos sean detenidas". En un discurso desde una ventana que da a la plaza de San Pedro en Roma, dijo que tal violencia sólo traería dolor, destrucción y muerte.

Las fuerzas de seguridad también acusaron a la secta por dos explosiones en el norte, mientras crece el temor de que el grupo esté intentando incitar una guerra civil en un país dividido entre cristianos y musulmanes, que en general coexisten en paz.

"¿Cómo puede ser que el Vaticano y las autoridades británicas hablen antes que el Gobierno nigeriano sobre ataques dentro de Nigeria que han causado la muerte de nuestros ciudadanos?", dijo Buhari en el comunicado publicado por el diario Punch.

"Esta es claramente una fallo de liderazgo en un momento en que el Gobierno necesita tranquilizar al pueblo sobre la capacidad de garantizar la seguridad de la vida y la propiedad", agregó.

Jonathan, un cristiano del sur que está intentando contener la amenaza de la militancia islamista, definió los ataques como "desafortunados", pero dijo que Boko Haram "no estará siempre. Algún día va a desaparecer".

ATAQUES COORDINADOS

Los ataques, que se produjeron días después de choques entre fuerzas de seguridad y militantes de Boko Haram en donde murieron al menos 68 personas, muestran una creciente coordinación y estrategia por parte del grupo armado.

La iglesia Santa Teresa en Madala, una ciudad satélite a unos 40 kilómetros del centro de la capital, Abuja, estaba llena de gente cuando explotó la primera bomba después de la misa de Navidad.

Horas después se registraron explosiones en las iglesias Montaña de Fuego y Milagros de la ciudad étnica y religiosamente mixta de Jos y en una iglesia en Gadaka, en el estado norteño de Yobe. Residentes dijeron que había muchos heridos en Gadaka, pero aún no se conocían detalles.

Un suicida mató a cuatro funcionarios del Servicio de Seguridad estatal en uno de los otros ataques en la ciudad de Damaturu, en el noreste, informó la policía. Los residentes escucharon dos explosiones fuertes y tiroteos.

Un periodista de Reuters en la iglesia cerca de Abuja vio el techo del frente destruido, al igual que varias casas cercanas, y cinco autos quemados que seguían en llamas.

El padre Christopher Barde, ayudante del cura de la iglesia, dijo: "Las autoridades que contaron me dijeron que recogieron 27 cuerpos hasta el momento". La policía valló el área alrededor del lugar y miles de jóvenes furiosos erigieron barricadas en la autopista que conecta Abuja con el norte de mayoría musulmana.

La Casa Blanca condenó "esta violencia sin sentido y la trágica pérdida de vida el día de Navidad".

Por su parte, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, también lamentó los ataques y expresó sus condolencias "al pueblo de Nigeria y a las familias de las víctimas".

WhatsAppFacebookFacebookTwitterTwitterLinkedinLinkedinBeloudBeloudBluesky