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Siria permitirá observadores mientras sigue la violencia

BEIRUT (Reuters) - El Gobierno sirio acordó el lunes permitir el ingreso de observadores para supervisar la aplicación de un pacto destinado a promover un diálogo político, aunque según activistas de derechos más de 70 personas fueron asesinadas.

El Gobierno del presidente, Bashar el Asad, aceptó el acuerdo tras enfrentarse a sanciones y amenazas de la Liga Árabe de que llevaría el asunto al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.

La oposición rechazó el acuerdo como medida para ganar tiempo y en su lugar pidió una intervención militar para detener la represión de Siria contra un movimiento de protesta iniciado hace nueve meses.

Damasco dijo haberse visto instado a firmar por consejos de Rusia, un poderoso aliado que ha mostrado signos de estar perdiendo la paciencia. Moscú elogió el trato como una oportunidad de estabilidad.

La Liga Árabe dijo que aún levantará las sanciones económicas que presionaban a Siria para que permita el paso a observadores, aunque el organismo dijo que esta semana llegará a Damasco un grupo avanzado.

Ese grupo preparará la llegada de la misión encargada de controlar el cumplimiento del acuerdo que estableció la retirada de tropas de las ciudades donde se realizaron manifestaciones, la liberación de prisioneros políticos y el inicio de diálogo con los opositores, la mayoría de los cuales están decididos a seguir el ejemplo de Egipto y otros y poner fin a décadas de gobierno autoritario.

El canciller sirio Walid al-Mualem, que insistió que Damasco no ha sido obligada a firmar, dijo que había logrado varias modificaciones antes de firmar el acuerdo, pero no las especificó.

"Los informes de la delegación de la Liga Árabe se nos enviarán a mí y al secretario general de la Liga al mismo tiempo, y él y yo los discutiremos antes de que se tome cualquier otra medida", dijo. "Ése es el texto tras las modificaciones de Siria".

Sus declaraciones se emitieron en la televisión siria. La mayoría de la prensa extranjera ha tenido el acceso prohibido al país este año.

PUNTO DE NO RETORNO

Aunque muchos gobernantes de la Liga Árabe tienen una preocupación por la opinión pública poco mayor a la de Asad, quieren cambiar la situación y evitar una guerra civil que provocaría un caos en toda la región ya afectada por rivalidades.

Irán, socio clave de Asad, dijo que el acuerdo para el ingreso de observadores de la Liga Árabe es "aceptable", aunque no ideal.

Varios analistas dijeron que el acuerdo llevará pocos cambios a la creciente espiral de violencia en Siria, mientras las protestas pacíficas se ven ensombrecidas por bolsas de insurgencia armada, pero indicaron que revela que el Gobierno se siente acosado por la presión internacional y las sanciones.

"El aislamiento regional e internacional está empezando a tener un efecto en su forma de pensar", indicó Julien Barnes-Dacey, de Control Risks de Londres.

"Pero tanto los manifestantes como las autoridades han cruzado un punto de no retorno. No van a retirarse (de los centros de protestas), y no vamos a ver el final de las muertes", dijo.

El Observatorio Sirio de Derechos Humanos dijo que más de 60 desertores del Ejército murieron abatidos por fuego de ametralladoras cuando intentaban huir de su base, citando testimonios de supervivientes heridos. También contaron 13 manifestantes muertos por disparos de las fuerzas de seguridad en todo el país.

El organismo con sede en Reino Unido dijo además que tres soldados murieron combatiendo con rebeldes armados que apoyan a la oposición, mientras que la agencia estatal de noticias SANA dijo que las fuerzas de seguridad habían matado al menos a un "terrorista" y herido a varios. Una figura de la oposición, Samir Aita, dijo que esperaba que el pacto sobre los observadores ayudara a frenar la violencia.

"Este es un momento crucial", comentó.

El Gobierno acordó el mes pasado una iniciativa de paz de la Liga Árabe destinada a calmar una violenta confrontación que ha dejado más de 5.000 muertos. Siria dice haber perdido más de 1.100 de sus agentes de seguridad ante "bandas terroristas" financiadas en el extranjero.

LA OPOSICIÓN PIDE RECURRIR A LA FUERZA

Después de que Siria evitase firmar el mes pasado el protocolo sobre los observadores, los ministros de Exteriores de la Liga Árabe votaron sanciones sobre Damasco y la semana pasada amenazaron con llevar su propuesta al Consejo de Seguridad, un movimiento que habría expuesto a Damasco a acciones más amplias a nivel internacional.

El exiliado líder del opositor Comité Nacional Sirio arremetió contra el acuerdo diciendo que "la firma siria del acuerdo de la Liga Árabe es una mentira para ganar tiempo y evitar que la Liga recurra a Naciones Unidas", afirmó Burhan Ghaliun a periodistas en Túnez.

El secretario general de la Liga Árabe, Nabil Elaraby, dijo que las sanciones no han sido anuladas y que una reunión de ministros de Exteriores árabes prevista para esta semana en la que se discutirían acciones contra Damasco fue "pospuesta indefinidamente".

Mualem dijo a periodistas que Siria no había solicitado el fin de las sanciones.

"Si piensan que las sanciones afectarán la resistencia siria están soñando, y no le rogaremos a nadie", afirmó el canciller.

Dijo que Damasco firmó el pacto tras el consejo de Rusia, su antiguo aliado y proveedor de armas.

El analista Nadim Shehadi, de Chatham House en Londres, dijo que el protocolo firmado el lunes no asegurará la supervivencia del régimen de 41 años de la familia Asad pero tampoco pondría fin a la violencia.

"La situación en Siria es irreversible, por lo que no hay manera de que ningún actor externo pueda cambiar eso o que el régimen pueda recuperar su poder", afirmó.

La resistencia armada surgió en los últimos dos meses en Siria, junto a un movimiento de protestas pacífico que comenzó en marzo inspirado en las crecientes protestas a lo largo del mundo árabe.

/Por Erika Solomon/

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