Garrett McNamara surfeó en la que considera una de las olas más grandes jamás tomada, con una altura similar a la de un edificio de nueve plantas.
Se trata de un fenómeno poco común causado por unos 170 kilómetros de largo y cinco kilómetros de brecha en la placa continental.
Cuando recibe marejadas del Océano Atlántico, actúa como un embudo para producir olas enormes.
Garrett McNamara consiguio aguantar sobre la tabla.