
La temporada de resultados en EEUU está siendo un ejemplo de estabilidad y constancia. ¿Por qué? Pues la razón es que, desde que la inaugurase Alcoa (como ya viene siendo tradicional) el pasado 11 de octubre, la proporción de empresas que ha batido las previsiones del mercado se ha mantenido de forma constante en torno al 75%.
Sin tener en cuenta a las que presentaron ayer sus cuentas durante o después de cerrar el mercado en EEUU, de las 162 compañías del S&P 500 que han hecho públicos sus números sólo 39 no han estado a la altura de lo que esperaban de ellas los analistas.
La fortaleza que están demostrando las empresas estadounidenses tras el duro bache que supuso el segundo trimestre, por los temores a la ralentización de la economía de EEUU, están contribuyendo positivamente a sus principales indicadores: tomando como referencia la presentación de los datos del fabricante de aluminio, desde entonces el Dow Jones y el S&P 500 han avanzado más del 3%, y el Nasdaq, un 1,74%.
Un rally alcista que se hace de rogar
Eso sí, es necesario matizar que éste es un rally alcista que se está haciendo de rogar, pues en el otro lado del Atlántico también está influyendo negativamente la demora de las autoridades europeas para atajar los problemas que están azotando el Viejo Continente. Para muestra, dos botones: el martes, al trascender que se había cancelado la reunión del Ecofin previa a la Cumbre de ayer, el Dow Jones cayó un 1,74%. Y ayer, a medida que se iban conociendo detalles de la reunión de las autoridades europeas -entre ellas, el nuevo aplazamiento de las condiciones del rescate de Grecia y la ampliación del fondo de rescate-, la apertura alcista de Wall Street se desinfló, de tal modo que el Nasdaq y el S&P 500 cerraron la sesión en negativo.
No obstante, donde estos buenos resultados no están teniendo un reflejo positivo es en las previsiones que manejan los analistas... para el próximo ejercicio, pues éste ya lo dan por finalizado. "Hace unos meses había expectación de fuertes resultados para 2012, pero éstas se han reducido", explica Richard Hooey, economista jefe de BNY Mellon. Para el experto, ésa es la razón por la que los resultados no convencen pese a su fortaleza: "Las compañías están batiendo al mercado en resultados trimestrales, pero las previsiones están cayendo porque se prevé que el crecimiento sea menos sostenible en el largo plazo".
Desandar las previsiones
Basta con mirar la evolución de la curva de previsiones de beneficio por acción (BPA) en los últimos doce meses (desde octubre del año pasado hasta ahora) para comprobar que los analistas han desandado en sus estimaciones de cara a 2012, ya que en estos momentos las cifras globales para el S&P 500 se mueven en niveles similares a los del año pasado por estas fechas, en torno a los 107 dólares por acción.
Si se observa el gráfico, se ve cómo a medida que avanzaba 2011 las estimaciones se iban incrementando, hasta tocar techo en los 112,5 dólares por acción, cifra que se mantiene paradójicamente durante el inicio de la fase de corrección bajista de las bolsas, entre el 29 de julio y el 30 de agosto, y que a partir de entonces comienza a caer. Concretamente, las previsiones de BPA han caído un 4,36%, perdiendo en sólo dos meses todo lo que habían avanzado durante los diez anteriores. Y, como se aprecia también en el gráfico, el inicio de la temporada de resultados en EEUU no ha conseguido que se frenen las revisiones a la baja, a pesar de la fortaleza que están exhibiendo sus compañías.
De hecho, los analistas sólo han revisado al alza sustancialmente (más de un 5%) el beneficio neto de nueve compañías del índice más representativo de EEUU. La más agraciada ha sido Ecolab, cuyas expectativas de beneficio neto para 2012 se han incrementado en un 26%, hasta los 877 millones de euros. Además, las revisiones sobre el beneficio neto de esta empresa especializada en limpieza se han incrementado en un 25,5% en la última semana. La segunda que más ha convencido ha sido la tecnológica SanDisk, con un incremento del 18% en sus ganancias para 2012 y un repunte del 11,4% en las revisiones de su beneficio en la última semana. En cambio, hasta 25 compañías del indicador han sufrido recortes superiores al 10 por ciento en su beneficio neto en el mismo periodo. La más afectada es la tecnológica Netflix: las expectativas sobre su beneficio han caído un 86% (ver gráfico).