Al menos 264 personas murieron y otras 1.300 resultaron heridas en el terremoto de 7,2 grados de magnitud en la escala de Richter que el domingo sacudió el este de Turquía, según un nuevo recuento hecho público por el ministro del Interior, Idris Naim Sahin.
En la ciudad de Van, murieron un centenar y 117 en el distrito de Ercis, dijo el ministro, aunque aseguró que aún hay muchas personas bajo los escombros.
Sólo en Ercis, al menos 55 edificios han quedado totalmente destruidos, muchos de ellos bloques de apartamentos.
Erdogan pidió a los ciudadanos que no entren en los edificios que han sufrido daños, debido al peligro de que sigan produciéndose réplicas, como la de 5,7 grados que se registró a las 20.45 GMT, diez horas después del temblor principal.
El primer ministro indicó que se van a instalar casas portátiles y tiendas de campaña para acoger a quienes han perdido su hogar. "No dejaremos a nuestros ciudadanos solos en el frío invierno", prometió el primer ministro.