La mandataria argentina Cristina Kirchner obtuvo el domingo su reelección hasta 2015 con un aplastante 53,2% de los votos, según cifras oficiales del 70,0% de urnas escrutadas, en una victoria irreversible que dedicó a su difunto marido, el expresidente Néstor Kirchner.
"Convoco a la unidad, profundizando un proyecto que ayude a mejorar la vida de los 40 millones de argentinos. Quiero agradecerle a alguien que es el gran fundador de la victoria esta noche", dijo en su mensaje triunfal al aludir a su compañero en la política y la vida, a casi un año de su muerte.
Kirchner, una abogada peronista de centroizquierda de 58 años, cantó y bailó en una tribuna delante de la Casa de Gobierno, al compás de los bombos y los coros de decenas de miles de sus partidarios que colmaron la histórica Plaza de Mayo en un colorido y ruidoso festejo.
El segundo lugar lo ocupó el socialista Hermes Binner del Frente Amplio Progresista (17,3%), sin poder evitar el histórico triunfo en primera vuelta de Kirchner, primera mujer reelecta en la historia del país, con el mayor caudal de sufragios desde la restauración democrática, mejor que el 51% del radical Raúl Alfonsín en 1983.
En Argentina se evita el balotaje con el 45% de los votos o con el 40% pero con una diferencia de diez puntos sobre el segundo, condición cumplida ampliamente por Kirchner.
El voto de los jóvenes
"Quiero agradecer a esta multitud de jóvenes argentinos que han vuelto a recuperar la Plaza de Mayo", dijo la mandataria, en condiciones de conservar la mayoría en el Senado y recuperar la de Diputados, perdida en las legislativas de 2009.
"¡Somos la gloriosa Juventud Peronista!", cantaban a coro los manifestantes en la Plaza al cerrar una jornada en la que votó un 77% de los casi 29 millones de empadronados, según el ministerio del Interior.
La Presidenta cuenta con el respaldo tradicional de sectores populares y de trabajadores, incrementados con jóvenes que votaron por primera vez y una clase media que disfruta de una economía próspera.
Detrás de Binner se ubicaban el diputado radical socialdemócrata Ricardo Alfonsín (12,1%) y el peronista disidente Alberto Rodríguez Saá (7,6%).
Los seis candidatos rivales reconocieron la derrota, pero Binner, en el discurso a sus partidarios, advirtió que ahora "el Frente Amplio Progresista es la segunda fuerza política de Argentina".
Las claves de la victoria
Uno de los pilares de la victoria fue el apoyo de los beneficiados con planes sociales que incluyen una subvención a cuatro millones de niños de familias pobres, así como tarifas de transporte subsidiadas.
La mandataria tomó en solitario el timón del poder y del peronismo después de la muerte de su esposo, compañero de ruta y cogobernante de hecho, el 27 de octubre del año pasado.
La herencia de Néstor
Durante la presidencia de Néstor Kirchner (2003-2007) el país salió del pozo tras el descalabro económico y social de fines del siglo XX, y se arregló la deuda que estaba en el más grande 'default' de la historia.
La popularidad de Kirchner está sustentada, según analistas, en una economía que crece al 8% anual desde 2003, en el consumo y en las exportaciones agrícolas récord que representan fabulosos ingresos en divisas.
Otra política de los Kirchner fue impulsar los juicios por crímenes en la dictadura (1976-1983) con 244 militares y policías condenados y otros 800 que esperan sentencia.
"La razón de la victoria es simple: al 60% de los argentinos les va bien y al 40% restante, que le va mal, la mitad son peronistas", dijo a la AFP el sociólogo Jorge Giacobbe, director de la consultora homónima y ex asesor de Transparencia Internacional.
Durante su campaña, Cristina Kirchner hizo hincapié en la reducción de los niveles de pobreza, que hoy llega a 8,3% (2 millones de personas en las 31 principales ciudades del país).
Kirchner ya había arrasado con el 50,7% de los votos en las primarias obligatorias del 14 de agosto.
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