NAIROBI (Reuters) - La agencia de refugiados de Naciones Unidas (ACNUR) anunció el viernes que ha suspendido sus operaciones no vitales en el campo de refugiados Dabaab, en Kenia, mientras las fuerzas de seguridad buscan a dos cooperantes españolas secuestradas la víspera en el campamento.
La preocupación de algunas agencias humanitarias ha aumentado ante la creciente inseguridad en el enorme campo, donde el número de refugiados se ha disparado a más de 460.000 este año mientras la hambruna y el conflicto empujan a los somalíes a cruzar la frontera.
A pesar de los problemas de seguridad, la osadía del ataque del jueves a dos españolas que trabajaban para Médicos Sin Fronteras, a plena luz del día y en el centro del campamento, tomó a los trabajadores humanitarios por sorpresa.
"Hoy tenemos que retener a todo el mundo en la base. Tenemos sólo un personal reducido que baja al campo con una patrulla de policía porque algunos servicios no pueden suspenderse", indicó Emmanuel Nyabera, portavoz de ACNUR Kenia.
Eso implica que no habría registro de los recién llegados, por ejemplo, pero sí proseguiría la distribución de agua. No está claro cuándo podrá retomar su actividad normal el personal de la agencia, dijo Nyabera. Por ahora no hay planes para evacuar al personal extranjero, agregó.
Las fuerzas de seguridad kenianas de desplegaron el viernes en el área semiárida de la frontera buscando a los secuestradores, a los que la policía local cree rebeldes de Al Shabaab. El grupo extremista, relacionado con Al Qaeda, negó ser responsable del ataque.
El comandante de policía de la provincia del nordeste de Kenia, Leo Nyongesa, dijo que el paradero de las rehenes sigue siendo desconocido.
"Hemos contactado con los ancianos en Somalia para que nos ayuden en la búsqueda", dijo.
El ministro español de Fomento, José Blanco, señaló el viernes que el Gobierno español está trabajando en el caso.
"El Gobierno actúa con prudencia, con inteligencia y con discreción", indicó tras el Consejo de Ministros. "Será el Ministerio de Exteriores el que dará información cuando la tengamos".
El vehículo de las trabajadoras de MSF apareció el jueves por la noche, abandonado entre el campamento de Dabaab y la frontera, que está a unos 100 kilómetros. No había rastro de los hombres armados o sus prisioneras.
Un conductor keniano que trabajaba para el grupo humanitario internacional Care sigue desaparecido después de que se lo llevaran en septiembre a punta de pistola del campo de Dabaab.
ACNUR, con sede en Ginebra, dijo tener 200 empleados en Dabaab. Con ellos trabajan otras 100 personas de agencias como Médicos Sin Fronteras, dijo.
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