
Un tribunal egipcio ha condenado este jueves al magnate del acero Ahmed Ezz, quien ocupó un alto cargo en el partido del depuesto presidente Hosni Mubarak, a diez años de prisión y una multa de 660 millones de libras egipcias (algo más de 80,3 millones de euros) por corrupción.
Amr Assal, ex director de la Autoridad de Desarrollo Industrial del país, también fue condenado a diez años de cárcel y la misma multa, y según el juez del caso corresponderá a Ezz y Assal si devuelven los 660 millones de libras de una vez. Este cantidad sería el dinero de las armas públicas que ambos habrían derrochado.
Asimismo, el tribunal ha condenado al ex ministro de Comercio e Industria Rachid Mohamed Rachid en ausencia a quince años de cárcel y una multa de 1.400 millones de libras egipcias (170,3 millones de euros). Rachid, que se cree que habría abandonado Egipto, ya fue condenado en julio a cinco años de cárcel por dilapidar fondos públicos.
Ezz, que abandonó la junta de Ezz Steel y su unidad Ezz Dekheila Steel el pasado mes de mayo, ha negado haber actuado de forma indebida. Los tres hombres han sido declarados culpables de colaborar para conceder licencias sin pagar las tasas. El juez ha revocado las licencias. El veredicto puede ser apelado ahora al Tribunal de Casación.
Ezz fue un alto cargo en el Partido Nacional Democrático de Mubarak, disuelto después del levantamiento popular que derrocó al presidente el pasado 11 de febrero.