El presidente francés, Nicolas Sarkozy, y el primer ministro británico, David Cameron, han llegado este jueves a Trípoli, en la que supone la primera visita de dos mandatarios extranjeros desde el derrocamiento de Muamar Gadafi, el pasado mes de agosto, según la BBC.
Sarkozy llegó acompañado por el canciller francés Alain Juppé, constató un periodista de la AFP en la capital libia.
Nicolas Sarkozy "tiene el derecho a ser el primer presidente del mundo en ser recibido en Libia, porque sin el papel de Francia, Benghazi y su pueblo no hubieran podido llevar la revolución todo el país", manifestó hoy Jaled Amer al Turyuman, secretario del Consejo Nacional Transitorio (CNT).
Una portavoz de Downing Street confirmó por su parte la llegada de Cameron, en un avión separado.
La delegación se reunirá con los máximos responsables del Consejo Nacional de Transición (CNT), Mustafá Abdel Jalil y Mahmud Jibril, y dará posteriormente una rueda de prensa.
Finalmente Sarkozy y Cameron irán a Benghazi, en el este, y pronunciarán un discurso en la plaza de la Libertad. Abdel Jalil se ha comprometido a garantizar la seguridad de ambos dirigentes.
Una portavoz de David Cameron ha indicado a Reuters que el primer ministro británico podría anunciar un paquete de ayudas para el proceso de transición en Libia. Así mismo, el Gobierno ha hecho circular entre los miembros del Consejo de Seguridad de la ONU un proyecto de resolución para que se suavicen las sanciones y espera conseguir que la votación se lleve a cabo esta misma semana.
Fuertes medidas de seguridad
Un hotel del centro de la ciudad donde residen los periodistas fue aislado por un cordón de seguridad y había policías desplegados en el establecimiento y en sus jardines.
El acceso al hotel no era posible en automóvil. Los controles en la ruta que va del aeropuerto de Mitigua al centro de la capital fueron particularmente reforzados.
Rueda de prensa
Sarkozy ha dicho que el líder libio, Muamar al Gadafi, "tiene que ser detenido" y advirtió de que todos los que "han cometido crímenes" tendrán que someterse a la justicia internacional.
En una rueda de prensa poco después de llegar a la capital libia, Sarkozy apeló a los países en donde se escondan los autores de crímenes en Libia para que colaboren en su entrega.
El jefe del Estado dijo que no se trata de "un ajuste de cuentas", sino únicamente de la aplicación de las "reglas de derecho" internacional en relación con los crímenes cometidos en el país norteafricano.
Por su parte, Cameron aseguró que está "orgulloso del papel jugado por Reino Unido en la liberación del pueblo libio", pero advirtió de que han sido los libios los que la han conseguido. "Ésta es vuestra revolución, no es nuestra revolución", declaró.
El primer ministro británico prometió que su Gobierno ayudará a estabilizar Libia y a capturar a Gadafi, porque "esto no ha acabado", y aseguró que Londres aportará ayuda médica y colaborará en las labores de desminado y de reconstrucción país.