
El primer ministro británico, David Cameron, ha defendido este lunes que las alegaciones de que el MI6 participó en la entrega de detenidos libios al régimen de Muamar Gadafi deberían ser investigadas de forma independiente, después de que se hayan encontrado documentos en Trípoli que demostrarían estos hechos.
Un portavoz de Cameron, citado por la BBC, ha considerado que la ya existente Comisión de Investigación de Detenidos está "bien posicionada" para investigar las alegaciones denunciadas en los últimos días.
"No está claro exactamente a qué ascienden las alegaciones", ha señalado el portavoz, subrayando que el Gobierno británico "no tiene una imagen clara de estos documentos, de ahí el que una investigación como la de la citada comisión esté bien situada para considerar la cuestión".
Por su parte, la Comisión de Investigación de Detenidos, originariamente creada para investigar los casos de los británicos retenidos en la prisión estadounidense de Guantánamo, ha señalado que puesto que su cometido es "analizar la extensión de la implicación del Gobierno británico o su conocimiento en el trato inadecuado de detenidos, incluida su entrega", "evaluará estas alegaciones de la implicación de Reino Unido en la entrega a Libia (de presuntos terroristas) como parte de nuestro trabajo".
En este sentido, la comisión que dirige Sir Peter Gibson ha explicado en un comunicado que "solicitará más información al Gobierno y a sus agencias tan pronto como sea posible".
Los documentos, encontrados por personal de Human Rights Watch en Trípoli, revelan que el MI6 y la CIA mantuvieron un diálogo regular con la Inteligencia libia, en particular con Musa Kusa, ex jefe de los servicios de inteligencia libios y ministro de Exteriores cuando comenzaron las protestas y uno de los primeros en desertar.
Entre los documentos, según ha recogido la prensa británica, figurarían cartas y faxes enviados a Kusa con el encabezamiento "saludos desde el MI6" y una felicitación de Navidad personal firmada por un espía como "tu amigo".
Exigen una disculpa
Previamente, el comandante de las fuerzas rebeldes en Trípoli, Abdel Hakim Belhaj, ha exigido una disculpa a Reino Unido y Estados Unidos por su traslado a una prisión libia en 2004, donde asegura haber sido torturado, tras su arresto en Bangkok.
Según Belhaj, antiguo miembro del Grupo Combatiente Islámico Libio (GCIL), fue trasladado a Libia en el marco de una operación de la CIA estadounidense y el MI6 británico, que presuntamente habría quedado confirmada en recientes documentos hallados y que fueron remitidos al régimen de Muamar Gadafi.
En declaraciones a la BBC, Belhaj ha señalado que lo que le ocurrió a él y a su familia "es ilegal y merece una disculpa", subrayando en concreto lo que le ocurrió cuando fue "capturado y torturado". "Por todas estas cosas ilegales, empezando por la información dada a la seguridad libia, los interrogatorios en Bangkok", añadido.
El comandante de las fuerzas rebeldes en la capital ha reconocido que el MI6 y la CIA no fueron testigos de las torturas a las que le sometió el antiguo régimen libio, pero sí le interrogaron a continuación.