SAN ANGELO, EEUU (Reuters) - El polígamo Warren Jeffs, líder de una secta escindida de los mormones, ha sido condenado a cadena perpetua por agredir sexualmente a dos menores que aseguraba que eran sus desposadas "espirituales".
El jurado de Texas, formado por diez mujeres y dos hombres, deliberó durante menos de una hora el martes antes de pronunciar la sentencia de 99 años de cárcel por uno de los delitos y 20 años de cárcel por el segundo.
El caso contra Jeffs y otros se produjo a raíz de su detención en un rancho de Texas donde se asentaba la secta en abril de 2008. Las autoridades asumieron la custodia de unos 400 niños, pero los devolvieron a sus familias tras una investigación y pruebas de ADN.
"La justicia ha llegado para Warren Steed Jeffs", dijo el fiscal general adjunto de Texas Eric Nichols. "Esperamos que pase el resto de su vida en prisión".
Los fiscales dijeron que Jeff, de 55 años, "jugó un juego enfermizo de abusos infantiles bajo el disfraz de una ceremonia religiosa".
Jeffs fue condenado por agresión sexual en relación con dos niñas con las que "se casó" cuando ellas tenían 12 y 14 años.
Con la mayor tuvo un hijo y en una grabación se le podía oir diciéndole a grupos de adolescentes que serían "rechazadas por Dios" si se negaban a tener sexo con él.
Una multitud abucheó a Jeffs cuando entró en un coche policial tras conocerse la sentencia.
"¿Aún piensas que eres el profeta?", le gritó una mujer.
Jeffs abusó de su posición como líder de la Iglesia Fundamentalista de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días "victimizando a los niños, rompiendo familias y satisfaciendo sus propios apetitos y deseos", dijo el fiscal adjunto de Texas al jurado.
Jeffs, que se representó él mismo durante el juicio, había argumentado airadamente durante el juicio que el tribunal estaba quebrantando sus derechos religiosos.
Su secta, que los expertos estiman que tiene 10.000 seguidores en Norteamérica, ha sido condenada por la Iglesia mormona y acusada de promover matrimonios entre ancianos y niñas.