Los banqueros y corredores de bolsa de Wall Street observan con preocupación el estancamiento de las conversaciones sobre la crisis de la deuda en Washington, temiendo que el fracaso en alcanzar un acuerdo político perjudique sus negocios en el país y en todo el mundo.
"¿Qué consecuencias tendrá en el clima de negocios, que supondrá para el nivel de confianza en la comunidad empresarial y en la comunidad financiera?", se preguntó el viernes el director financiero de Citigroup, John Gerspach.
"Si llegara a suceder sin duda estaríamos en aguas desconocidas", dijo, refiriéndose a la posibilidad de que no se logre un acuerdo para incrementar el techo de la deuda pública, durante una conferencia telefónica para analizar los resultados de Citigroup en el segundo trimestre.
La expectativa general en Wall Street es que los demócratas y los republicanos llegarán a un acuerdo antes de la fecha límite del 2 de agosto, y evitarán así la cesación de pagos, pero Citigroup ha estado examinando otros escenarios y haciendo planes de contingencia, dijo Gerspach.