
El presidente sirio, Bashar al Assad, ha cesado este sábado de manera fulminante y por decreto al gobernador de la ciudad de Hama, Ahmad Jaled Abdul Aziz, después de la multitudinaria manifestación que congregó ayer a decenas de miles de personas en las calles de la ciudad. Lea aquí el relato encarnizado de una visión muy distinta de Siria.
Hama fue el escenario de un levantamiento armado islamista contra el padre de Assad, Hafez al-Assad, quien envió el Ejército a sofocar la rebelión en 1982. Al menos 10.000 personas murieron y parte de la ciudad fue arrasada en la operación militar.
Las protestas del viernes, según estimaron diversos activistas, fueron de las mayores en todo el país desde que estallaron las manifestaciones contra Assad en marzo.
El dirigente respondió con promesas de un diálogo nacional para discutir reformas políticas, pero también sacó el Ejército a las calles para aplastar la disidencia en los principales centros de protesta.
Hay que recordar que días después de que las protestas estallaran en la ciudad de Deraa (en el sur del país) el 18 de marzo, Assad destituyó al gobernador regional de la zona.