
La muerte de Osama Bin Laden ha provocado una gran reacción a nivel internacional. A las manifestaciones de victoria y dicha por su desaparición se han unido ahora los grupos de apoyo al líder de Al Qaeda, que protestan contra la intervención de EEUU en la ofensiva que acabó con su vida.
El viernes es un día especial en la tradición musulmana, por lo que a menudo se llevan a cabo protestas y manifestaciones a la salida de las oraciones. La jornada de hoy ha estado plagada de concentraciones como rechazo a la muerte de Bin Laden en gran cantidad de países.
Otros muchos surgirán
El mayor partido político y religioso de Pakistán, Jamaat e Islami, convocó manifestaciones por todo el país para denunciar la operación de EEUU. La ciudad de Quetta, en el sur, ha sido una de las que más personas ha congregado, con cerca de 1,500 participantes, reclamando la convocatoria de una guerra santa.
El mitin fue organizado por Jamiat Ulema e Islam (JUI), un partido político partidario de los talibanes en Kuchlak, un suburbio de Quetta, donde la multitud gritó "Larga vida a Osama" y quemó una bandera norteamericana.
"Los servicios de Osama a los musulmanes serán recordados para siempre", dijo Abdul Qaidr Loone, un joven líder del JUI, en un discurso.
Hafiz Fazal Bareach, un ex senador federal y alto jerarca del JUI, afirmó que al matar a Bin Laden, Estados Unidos creará miles de otros a su semejanza.
"Un Osama se ha convertido en mártir y ahora nacerán miles de Osamas, porque él creó un movimiento contra las fuerzas antimusulmanas que no depende de las personalidades", afirmó, agregando que la "yihad (guerra santa) continuará contra Estados Unidos y sus aliados".
Osama no es terrorista
Egipto se ha convertido también en un lugar de oposición a la muerte del jefe de Al Qaeda. En El Cairo los manifestantes desfilaron detrás de una banderola que rezaba "Osama bin Laden es el símbolo de la yihad" y contenía una foto del fundador de Al Qaeda.
"Obama, el terrorista no es Osama" y "Obama, la sangre de Osama no corrió en vano" eran las consignas más gritadas por los manifestantes frente a una mezquita frecuentada por salafistas, un movimiento musulmán fundamentalista.
La vida por Bin Laden
Por su parte, cientos de jóvenes indonesios se concentraron este viernes en la ciudad de Solo (en el centro de la isla de Java) para expresar su deseo de sacrificar sus vidas en venganza por su muerte.
El grupo islamista, autodenominado Al Qaeda Solo, anunció que podría centrar sus ataques en Estados Unidos, pero no precisó cuáles son sus medios para actuar. La Policía vigiló el desarrollo de la manifestación, pero no hubo detenidos.
"Cientos de jóvenes de Solo están dispuestos a morir para vengar la muerte de Osama", declaró Choirul, un clérigo de Al Qaeda Solo y miembro del Frente de Defensores Islámicos, un grupo islamista responsable en el pasado de ataques contra bares, clubes nocturnos y las redacciones de Playboy en Indonesia.
Enseñanzas del Corán
Los musulmanes filipinos también han querido mostrar su condena por lo que marcharon por el centro de Manila.
Al grito en árabe de "Alá es el más grande", los manifestantes partieron tras el rezo de los viernes y se acercaron a las inmediaciones de la Embajada estadounidense, donde un cordón policial les cortó el paso tras un breve forcejeo.
Sheikh Jamil Yahya, líder espiritual del consejo superior de ulemas del Bangsamoro (denominación del pueblo musulmán de Filipinas), aseguró que los pensamientos políticos de Bin Laden "son la mejor estrategia para enunciar las doctrinas del Corán".
Yahya afirmó que aunque para el resto del mundo Bin Laden es considerado como "la reencarnación del demonio", los musulmanes le reverenciarán como un mártir porque "si de verdad murió en Pakistán el 1 de mayo, lo hizo defendiendo la causa musulmana y la libertad".