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La revolución egipcia en vías de la comercialización

La revolución de Egipto empieza a ser víctima del merchandising Imagen archivo

Los símbolos de la revolución egipcia parecen haber pasado de ser llamamientos al levantamiento contra el régimen dictatorial, a puros objetos con un alto atractivo para los compradores. Son varios los comerciantes que han dejado sus tiendas en mercados para trasladarse a las plazas centrales para vender banderas, gorros, camisetas e incluso fotografías.

La revolución que comenzó el pasado 25 de enero y consiguió la caída del que hasta el momento había sido el dirigente del país, Hosni Mubarak, ha tenido una gran acogida en la cultura popular. Primero fueron los propios ciudadanos los que se unieron a la causa, y ahora son los vendedores los que llaman al consumo de los productos que recuerden las revueltas.

"Dejé mi tienda en el mercado de Khan el-Khalili porque no hay turistas y necesito ganar dinero", explica Waleed Mohammad a BBC, un vendedor que ahora se dedica al mercado de las camisetas.

Actitud trivial

Pero él no es el único que ve en la primavera árabe un filón de oro, ya que también se pueden encontrar "pañuelos, cintas, bandera...tu traje entro puede ser con los colores de la bandera de Egipto", explica Tamer, que lleva una gorra con un eslogan recordando el 25 de enero.

Muchos son también los que ven una actividad macabra en todo esto, sobre todo al contemplar la variedad de fotografías con escenas de los fallecidos que se distribuyen entre los compradores. "Había un tipo vendiendo imágenes de los mártires y gritando:'Mártires, mártires. Compre tres por un dólar.' En algún momento, la revolución se ha convertido en algo trivial o no respetado", explica el bloguero Wael Abbas.

Pero el mundo del merchandising no es el único que se ha apuntado a esta moda del recuerdo de la revolución a toda costa. La música parece haber sufrido una transformación.

Relevancia musical

Un grupo de amigos músicos decidió, durante las protestas, grabar una canción en la plaza Tahrir, rodeados de manifestantes que coreaban sus letras. "Sout Al-Hurriya" (Voz de la libertad) se convirtió en pocos días en la banda sonora de una tragedia nacional, huyendo de la televisión estatal "porque estaba diciendo muchas cosas malas sobre los manifestantes", afirma el cantante y productor Hany Adel.

Sin embargo, según fueron pasando las semanas esa melodía comenzó, paradójicamente, a tener cada vez más presencia en los medios de comunicación oficiales, y en la actualidad tiene un lugar predominante en la programación estatal.

El rapero Karim Abdul Rahman aprovechó la coyuntura para grabar el videoclip de una canción que había sido prohibida con anterioridad. "Quería que las letras motivaran a la gente. Ahora puedo decir todo lo que quiera sin ningún temor".

Con independiencia del sector los cambios se están produciendo, el mercado continúa su camino y el negocio comienza a aflorar en cada esquina.

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