
El Gobierno sirio ha aprobado derogar la Ley de Emergencia, vigente en el país desde el año 1962, según ha informado la agencia de noticias oficial, SANA.
La derogación de esta norma fue anunciada el pasado sábado por el presidente sirio, Bashar al Assad, que aseguró entonces que el comité formado para estudiar la anulación de la ley presentó sus conclusiones al Ejecutivo el pasado jueves.
La Ley de Emergencia restringe severamente las libertades de los ciudadanos. En virtud de la misma, por ejemplo, existe la figura del Tribunal Supremo de Seguridad del Estado, "una corte excepcional que niega el derecho a la apelación, limita el acceso a la ayuda legal y acepta confesiones bajo tortura", según un informe sobre el estado de los Derechos Humanos en Siria publicado por la ONG Freedom House.
Otras normas
El paquete normativo ratificado por el Ejecutivo regula además el derecho a la celebración de manifestaciones pacíficas. El presidente del país, Bashar al Assad, anunció el pasado sábado que el Ejecutivo derogaría esta semana la Ley de Emergencia.
Un veterano abogado ha indicado a la agencia Reuters que el presidente todavía tiene que firmar la derogación del estado de emergencia para que la suspensión entre en vigor aunque su firma sólo representa una formalidad en la tramitación.
La agencia de noticias oficial ha explicado que el Gobierno, que tiene poco poder y se limita a ratificar las órdenes del presidente, también ha aprobado una ley que suprime el Tribunal Estatal de Alta Seguridad, que, según los grupos defensores de Derechos humanos, viola el estado de derecho y el derecho universal a un juicio justo.
Los cambios aprobados por el Ejecutivo se producen después de varias semanas de protestas, inspiradas en los levantamientos en el mundo árabe, para exigir más libertades y, más recientemente, el final del régimen de Al Assad, que lleva once años en el poder.
Las manifestaciones han continuado en varias ciudades del país a pesar de las reformas anunciadas por el presidente, que asumió el poder en sustitución de su padre, Hafez al Assad, en 2000.