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Los diputados franceses tendrán un supervisor de conflictos de intereses

El presidente francés, Nicolas Sarkozy Imagen archivo

Los diputados franceses tendrán que declarar sus intereses para evitar conflictos y un supervisor independiente se encargará de vigilarlos, según una decisión de la Asamblea Nacional gala adoptada hoy en París.

La mesa de la cámara baja adoptó por unanimidad un dispositivo que incluye un código deontológico, la obligación de que los diputados hagan una declaración de intereses para evitar conflictos y una figura independiente encargada de supervisarlo todo.

El "deontólogo", que será "una personalidad exterior a la Asamblea Nacional, independiente y respetada" con mandato durante una legislatura, podrá formular consejos y recomendaciones a los diputados", explicó en un comunicado la presidencia de la cámara baja.

No aplicará sanciones

En caso de constatar un conflicto de intereses, este supervisor propuesto por el presidente de la Asamblea y que habrá de tener el visto bueno de al menos el jefe del grupo de la oposición, no aplicará sanciones pero podrá recurrir a la mesa para que decida si hace pública la situación del parlamentario en cuestión.

Aparte de la novedad de esta figura, los diputados tendrán que ajustarse a un código de deontología que asienta "la primacía del interés general sobre los intereses particulares", "la independencia" o "la objetividad".

El origen de esta decisión fue la polémica generada por el hecho de que algunos parlamentarios son a la vez abogados que trabajan en gabinetes o en empresas de asesoría y sobre ellos ha planeado la sospecha de que su acción legislativa está en función de esos intereses privados.

Declaración de intereses

El último elemento adoptado por la mesa de la cámara baja es la obligación de que los diputados, aparte de la tradicional declaración de patrimonio que deben hacer al comienzo y al final de su mandato, presenten otra declaración de intereses.

Esa declaración de intereses comprenderá las actividades ejercidas en los cinco años precedentes a la elección, la profesión, las participaciones financieras en el capital de empresas, la situación financiero-profesional de los familiares más próximos, así como "cualquier vínculo susceptible de engendrar un conflicto de intereses".

Como la del patrimonio, inicialmente será confidencial, aunque la mesa podrá hacerla pública en caso de constatar irregularidades.

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