DUBÁI (Reuters) - Bahréin puso en libertad a un conocido bloguero pero detuvo a varias personas, entre ellos un médico favorable a la oposición, en la última serie de arrestos desde que el reino reprimió las protestas callejeras, dijeron el viernes fuentes de la oposición.
Los gobernantes suníes de la pequeña isla han acelerado el número de detenciones de ciberactivistas y chiíes. Más de 300 personas han sido detenidas y decenas están desaparecidas desde que comenzaron las revueltas prodemocráticas el mes pasado.
El Gobierno impuso la ley marcial y tropas de sus vecinos gobernados por suníes, entre ellos Arabia Saudí, acudieron a su llamamiento de ayuda, para aplacar el movimiento de protesta encabezado sobre todo por la mayoría chií.
Más del 60% de los bahreiníes son chiíes y la mayoría quiere una monarquía constitucional.
Matar Ibrahim Matar, miembro del principal grupo opositor chií de Bahréin, Wefaq, dijo que el recuento de miembros del partido detenidos ascendía a 329 el jueves, pero que el número real posiblemente superaba los 400.
Matar dijo que al menos 20 personas fueron detenidas el jueves y 31 estaban desaparecidas. No estaba claro si esas personas estaban escondidas o habían sido secuestradas.
Ha habido noticias de personas desaparecidas que han sido halladas muertas días después, pero los activistas dicen que muchos de sus colegas también se han escondido para evitar ser arrestados.
El conocido bloguero Mahmud al Yusif, que durante años ha promovido el antisectarismo con el eslogan: "No chiíes, no suníes, sólo bahreiníes" fue detenido el miércoles y liberado a última hora del jueves.
"Estoy de nuevo en casa con mi familia. Todo está bien", dijo a Reuters por teléfono. "Me han tratado bastante bien. Me investigaron pero no encontraron nada".
Fuentes de la oposición dicen que Abdul Jaleq Al Oraibi, médico del hospital Salmaniya, el mayor del reino, también ha sido detenido.
Oraibi, que una vez se consideró que podía presentarse al parlamento en las listas de Wefaq, ha sido crítico en público con la falta de acceso a los médicos por parte de los manifestantes heridos.
La gravedad de la represión en Bahréin, donde están prohibidas las reuniones y las fuerzas de seguridad se han desplegado en puntos de control, ha conmocionando a los chiíes del país e irritado a Irán, la potencia chií de la región y país no árabe.
Arabia Saudí y otros países del Golfo temen un aumento de la influencia iraní en Bahréin mientras en todo el mundo árabe se suceden revueltas desde enero.
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