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Evacuan Fukushima por el humo de origen desconocido de los reactores 2 y 3

A pesar que los seis reactores de Fukushima han sido conectados a la red, la preocupación no ha disminuido en la central. Tras tener que evacuar a los operarios que trabajan para controlar la crisis en la central  tras detectar humo en el reactor número 3, las alarmas han vuelta a saltar ante la salida de humo en el número 2. | La OMS advierte: "La situación de seguridad alimentaria en Japón es "grave" | Aterriza en Torrejón el avión procedente de Japón con 115 españoles

Una humareda blanca empezó a salir el lunes del reactor 2 de la central nuclear de Fukushima, elevando todas las alarmas cuando se creía que el sistema de control de este reactor estaría operativo esta misma mañana, hora española. Sin embargo, al mismo tiempo la agencia de Seguridad Nuclear han indicado que el que salía del reactor 3 se detuvo.

El operador de la central nuclear de Fukushima, que se ha visto gravemente afectada por el terremoto y posterior tsunami del pasado 11 de marzo, ha reconocido este lunes que desconoce la causa del humo que ha sido visto en dos de los seis reactores de la planta.

La agencia de noticias Kyodo informa de que  el humo que sale del reactor número 2 podría ser vapor y no combustible de la piscina.

Evacuación en el reactor 3

El humo en el número 3 se avistó a las 15.55 hora local (06.55 GMT) en la zona sureste de la unidad 3 de la central, que desde ayer domingo hasta bien entrada la madrugada estuvo recibiendo toneladas de agua para enfriar su piscina de combustible. Un portavoz de TEPCO indicó a NHK que los trabajadores han sido evacuados de ese lugar mientras se investiga el origen del humo.

Además del agua vertida sobre el reactor 3, camiones cisterna retomaron hoy el lanzamiento de agua a la unidad 4 para enfriar su piscina y evitar que las barras de combustible almacenadas queden expuestas al aire.

El primer ministro asegura que hay progresos "lentos y firmes" para controlar la situación

El objetivo es restaurar sus sistemas de refrigeración, la iluminación de las salas de control y los mecanismos para medir la radiación.

Según la Agencia de Seguridad Nuclear de Japón, sin embargo, todavía serán necesarios unos días para que se reactive el crucial sistema de refrigeración del reactor 2, que sufrió daños en la parte inferior de su vasija de contención.

El organismo añadió que se espera que en las próximas horas se restauren algunas funciones en esa unidad, como las de algunos aparatos de medición y un sistema de ventilación que filtraría sustancias radiactivas, lo que mejoraría las condiciones de trabajo de los operarios.

El primer ministro japonés, Naoto Kan, aseguró hoy que hay progresos "lentos, pero firmes" para controlar la crisis en la planta nuclear de Fukushima, donde continúan las labores para enfriar los reactores y restaurar la electricidad.

Según la agencia local Kyodo, Kan participó en una reunión del Gabinete para abordar la emergencia en Fukushima y la situación en los lugares devastados por el seísmo de 9 grados Richter que sacudió el noreste de Japón el día 11.

Los operarios de la planta están considerando cómo bajar la presión liberando aire que expulsará a la atmósfera partículas radiactivas. Una técnica similar produjo las explosiones durante los primeros días de la crisis.

Altos niveles de yodo radiactivo

Además, las autoridades han registrado niveles de yodo radiactivo tres veces superior al límite legal en una población situada a 40 kilómetros de la central nuclear de Fukushima, según ha comunicado el Gobierno, que también ha explicado que este hallazgo no implica un riesgo inminente para la salud.

Además, la seguridad nuclear japonesa reconoce el riesgo de que los trabajadores de Fukushima, que tratan de recuperar cierta normalidad en la central nuclear, hayan inhalado partículas radiactivas, aunque aún no han constatado que así se haya producido.

En la localidad de Litatemura, con alrededor de 4.000 habitantes, los niveles de yodo se han situado en los 965 bequerelios por cada kilogramo de agua, frente a los 300 bequerelios por kilo establecidos como límite a partir del cual no es aconsejable beber agua.

Efectos inmediatos

"No hay efectos inmediatos para la salud si el agua se consume de forma temporal", ha declarado un responsable del ministerio de Salud, Shogo Misawa. Sin embargo, "por precaución, recomendamos a los habitantes de la localidad abstenerse" de tomar agua. La prefectura de Fukushima les proporcionará agua potable durante los próximos días.

No es la primera vez que las autoridades detectan un nivel de yodo radiactivo por encima de los permitido. Días atrás, la presencia de yodo radiactivo fue detectada en el agua del grifo en las prefecturas de Tokio, Tochigi, Gunma, Saitama, Chiba y Niigata.

Además, el Gobierno nipón anunció que había niveles elevados de radiactividad en la leche y otros productos agrícolas cerca de la central nuclear de Fukushima, aunque aseguró, a través de su portavoz, Yukio Edano, que la contaminación "no supone riesgo inmediato".

En referencia a la radiactividad advertida en los vegetales cultivados en las prefecturas de Gunma, Tochigi (centro) y Chiba (centro-este), el organismo ha asegurado que no supone una amenaza para la salud, pese a que rebasa los límites normales.

En estas prefecturas, ubicadas al sur de Fukushima, se ha detectado una radiación excesiva en las hojas de espinaca. Así, las autoridades de Gunma han ordenado a las cooperativas locales que interrumpan el envío de productos hortícolas y asuman la devolución de los ya enviados.

El mayor problema está en las espinacas de algunas localidades de Ibaraki (centro-este), que superan 27 veces los niveles legales de radiactividad. Sin embargo, las autoridades han delegado en los gobiernos municipales la decisión de cesar voluntariamente el comercio de alimentos posiblemente contaminados.

El OIEA cree preciso endurecer la seguridad

 El director del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), Yukiya Amano, abogó hoy por "aprender las lecciones" del accidente nuclear de Fukushima (Japón) y endurecer las normas de seguridad de las centrales nucleares.

"En algunos ámbitos, por supuesto las normas deben ser endurecidas, pero en qué ámbito y cómo (hacerlo) requiere más análisis", dijo Amano a la prensa en Viena, tras una reunión extraordinaria de la Junta de Gobernadores del OIEA.

El diplomático japonés recordó que la planta de Fukushima fue afectada por un "enorme tsunami" y destacó que, a ese respecto, será preciso estudiar si las reglas actuales "son suficientes o no".
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