La UE atribuye buena parte de su ayuda al desarrollo sin criterios ni objetivos claros, obviando a menudo las necesidades de los países beneficiados y sin una estrategia para detectar eventuales casos de corrupción, advirtió el miércoles un informe de su Tribunal de Cuentas.
La Comisión Europea debería "justificar mejor cómo determina los montos" que asigna a cada programa y "demostrar que la cifra se adecúa a los objetivos", subraya el informe que analizó la ayuda presupuestaria que reciben los países del grupo ACP (Asia, Caribe, Pacífico), de América Latina y Asia.
Este tipo de apoyo, que permite inyectar directamente importantes sumas en los presupuestos nacionales de los países beneficiados, representa el 50% de la ayuda europea al desarrollo, es decir, casi 11.000 millones de euros (unos 15.000 millones de dólares) para el periodo 2008-2013.