ROMA (Reuters) - El primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, dijo el martes que no renunciará por una investigación en la que se le acusa de haber pagado por tener sexo con una bailarina de 17 años de un club nocturno.
"¿Qué, están todos locos?", respondió Berlusconi cuando le preguntaron si cedería ante los llamamientos de la oposición para que renuncie.
"Estoy absolutamente tranquilo, estoy disfrutando", agregó.
La presión sobre el primer ministro aumentó después de que los magistrados enviaran un informe al Parlamento alegando que un número "significativo" de mujeres jóvenes se prostituyeron con Berlusconi en casas pertenecientes al magnate.
"Si el primer ministro tiene algo de dignidad, debería renunciar e ir ante los investigadores para enfrentarse cargos infames", indicó Dario Franceschini, líder parlamentario del Partido Democrático, la mayor agrupación política de la oposición, a la Cámara baja.
Franceschini, cuyo llamamiento fue respaldado por otros partidos de la oposición, indicó que Berlusconi debería dejar de considerarse "por encima de todo, incluso la ley", y dejar que los jueces decidan en su caso.
El primer ministro conservador ha sobrevivido a una serie de escándalos sexuales en los últimos años. Pero el último se produce en un momento difícil debido a que ya no cuenta con una mayoría parlamentaria segura tras la escisión con su ex aliado Gianfranco Fini.
Berlusconi superó por un escaso margen a una moción de censura el mes pasado y la semana pasada el máximo tribunal italiano eliminó una parte de una ley que le daba inmunidad de procesamiento.
Los medios italianos se dieron un festín con las transcripciones filtradas de algunas conversaciones telefónicas de mujeres que asistieron a las fiestas en la villa de Berlusconi cerca de Milán.
La investigación se centra en Karima El Mahroug, una marroquí de 18 años que participó en una de las fiestas cuando tenía 17 años y que, según los fiscales, recibió dinero para tener sexo con el primer ministro.
Tener relaciones sexuales con una prostituta menor de 18 años es un delito en Italia.
Las transcripciones, citadas por los medios italianos, muestran a El Mahroug diciendo que le había pedido a Berlusconi un soborno y que él le había dicho que recibiría "todo el dinero que quisiera" si ocultaba todo.
En otra conversación, una de las mujeres se refiere a la residencia de Berlusconi como una "casa de prostitutas".
Berlusconi se defendió diciendo que las acusaciones son absurdas, que nunca pagó por sexo y que mantiene una relación estable desde que se separó de su segunda esposa, quien lo dejó en medio de otro escándalo en 2009, tras acusarle de "frecuentar menores".
