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Estado de excepción en Ecuador por las protestas policiales

QUITO (Reuters) - Ecuador quedó sumido en un caos el jueves después de que fuerzas de seguridad tomaron cuarteles y protestaron en las calles contra una ley de austeridad que les afecta, lo que llevó al presidente Rafael Correa a denunciar un intento de golpe de Estado y declarar el estado de excepción.

Seguidores del mandatario también tomaron las calles para brindarle apoyo y autoridades pidieron a la población ir al "rescate" de Correa, quien se restablecía en un hospital en el norte de Quito tras ser agredido por manifestantes cuando intentó mediar para buscar una solución al conflicto.

La cúpula militar también expresó su "pleno respaldo" al presidente de tendencia socialista, pese a que policías y soldados reclamaban en varios cuarteles del país la recuperación de beneficios económicos como el pago de bonos y condecoraciones. Y suspendieron su trabajo hasta que se resuelva la situación.

Correa decretó el jueves por cinco días un estado de excepción en el país, para frenar una protesta policial que sumió en el caos a la nación.

"Una vez que sectores de la policía han abandonado irresponsablemente su trabajo (...) para esto hemos declarado el estado de excepción", dijo el ministro de Seguridad Interna, Miguel Carvajal, a periodistas.

Dos sucursales bancarias, una gasolinera y un mercado popular fueron asaltados en Guayaquil, según medios locales. En esa ciudad, la segunda en importancia del país sudamericano, muchos trabajadores fueron enviados a sus casas y las escuelas cerraron sus puertas ante la agitación.

"Que se nos devuelva los que nos quitaron", gritaban los policías en Quito, mientras quemaban neumáticos y cerraban calles y puentes con sus patrullas.

El mandatario se enfureció con la Asamblea Nacional, de mayoría oficialista, porque sus propios legisladores mostraron resistencia a unas modificaciones a la ley para reducir el tamaño del aparato público, una norma considerada clave por el Gobierno para el avance de su modelo socialista.

La disolución de la Asamblea Nacional permitiría a Correa gobernar por decreto hasta que se convoquen a elecciones generales, según la Constitución aprobada hace dos años. Su decisión tendría que ser avalada por la Corte Constitucional.

CORREA ABUCHEADO

Correa fue a un cuartel policial para intentar mediar y justificar la iniciativa, pero resultó abucheado en medio de un tumulto. Al retirarse, efectivos lanzaron gases lacrimógenos.

"Parte de la policía nacional ha hecho estos desmanes, bastión de la patria (..) es una de las instituciones que más hemos apoyado", dijo el presidente del socio más pequeño de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP).

Correa aseguró que fue atacado por manifestantes y que recibió atención médica, acusó de traición a la policía y a la oposición de intentar un golpe de Estado.

"Protección Ciudadana me informa que están tratando de introducirse aquí a la habitación por medio de los techos estos policías en rebelión. Si algo me pasa la responsabilidad es de ellos", declaró el mandatario en una entrevista con un medio local oficialista.

Las autoridades instaban a los ecuatorianos a la calma e intentaban minimizar las protestas, pero la Organización de Estados Americanos (OEA) convocó a una sesión extraordinaria para el jueves en Washington a fin de tratar la situación de Ecuador.

El jefe de Estado Mayor de la Policía de Ecuador, Florencio Ruíz, pidió el jueves a la fuerza que deponga la violenta protesta contra el Gobierno.

"Entiendo los problemas de los policías, pero no estamos de acuerdo con desmanes. Pedirles a todos los compañeros que depongan estas actitudes", dijo el jefe policial en una declaraciones a periodistas.

Ecuador, un país en donde fueron depuestos tres presidentes en los últimos 15 años, depende de su riqueza petrolera. Un portavoz de la estatal Petroecuador dijo que las operaciones eran normales pero que se incrementó la vigilancia militar en campos y refinerías.

MILITARES TOMAN REGIMIENTO

Militares tomaron las pistas de la base aérea que se ubica junto al aeropuerto de Quito y algunos mostraron pancartas caseras en las que exigían se respete sus beneficios laborales, de acuerdo con testigos de Reuters.

El aeropuerto internacional de la capital fue cerrado y se cancelaron todos los vuelos nacionales e internacionales, dijo una fuente de la terminal que pidió el anonimato.

En Guayaquil, la segunda ciudad en importancia de Ecuador, soldados en desacuerdo con la iniciativa de ley también habían tomado el control de un regimiento.

A pesar de todo, el jefe del Comando de las Fuerzas Armadas de Ecuador, Ernesto González, aseguró que siguen siendo leales al presidente. "Estamos en un estado de derecho. Estamos subordinados a la máxima autoridad que es el señor Presidente de la República", dijo el militar en una declaración transmitida por medios locales.

Mientras tanto, Correa reiteró que podría ordenar la disolución del Congreso y los legisladores oficialistas aseguraron que permanecerían dentro de la Asamblea por tiempo indefinido para "velar por la democracia".

La Asamblea de 124 miembros tenía planeado reunirse el jueves por la tarde para volver a estudiar las modificaciones a la ley que encendió la mecha de las protestas.

El jefe del banco central, Diego Borja, pidió a los ecuatorianos que no se dejen llevar por la situación y no retiren su dinero de los bancos para evitar ser asaltados y correr riesgos.

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