SEÚL (Reuters) - Una fotografía de un joven grueso con gesto inexpresivo sentado junto al enfermo gobernante de Corea del Norte confirmó el ascenso del hijo pequeño de Kim Jong-il a futuro líder del aislado país.
Kim Jong-un fue nombrado esta semana para importantes cargos políticos y militares en un país rodeado de secretismo y cuyas aspiraciones de ser una potencia nuclear han preocupado al mundo durante años.
La foto es la primera imagen que se distribuye desde el nombramiento del tercer hijo de Kim Jong-il, de unos veintitantos años, y sobre el que se sabe poco más allá de que fue educado en Suiza. Las únicas fotografías anteriores de él se remontaban a su infancia.
La fotografía de grupo oficial de docenas de oficiales militares y civiles muestra a un joven sentado en una posición destacada, dos puestos a la derecha de Kim Jong-il, en la primera fila.
Aunque no fue identificado oficialmente, el joven era la única persona de la fotografía que parecía tener la edad de Jong-un. Una fuente no identificada del ministerio en Seúl dijo que el hombre era muy probablemente Kim Jong-un.
La foto fue tomada frente al Palacio Memorial Kumsusan, antigua residencia oficial del abuelo de Jong-un y fundador del estado norcoreano, Kim Il- sung, con quien tiene cierto parecido.
Después de meses de especulaciones, el inexperto Jong-un fue convertido esta semana en número dos de su padre en la poderosa comisión militar central del Partido de los Trabajadores en el poder.
El joven Kim, cuya existencia ha sido un secreto incluso en Corea del Norte hasta esta semana, también fue hecho general de uno de los mayores ejércitos del mundo. También fue nombrado miembro de un Comité Central en la mayor concentración política celebrada en el empobrecido estado en 30 años.
También fueron ascendidos la hermana de Kim Jong-il y su marido, creando un poderoso triunvirato preparado para hacerse cargo de la dinastía familiar que ha gobernado Corea del Norte desde su fundación después de la Segunda Guerra Mundial.
Kim Jong-il, de 68 años, sufrió supuestamente un ictus en 2008, aunque era difícil evaluar su estado de salud a partir de la última foto. El líder norcoreano no ha mostrado indicios de dejar de aferrarse al poder y fue reelegido el martes como secretario general del Partido de los Trabajadores.
Una sucesión estable sería un alivio para sus potencias económicas vecinas - China, Corea del Sur y Japón -, que temen que una caída del régimen lleve a flujos masivos de refugiados y posiblemente a una guerra civil.
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