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Japón libera al capitán de un pesquero chino

TOKIO (Reuters) - Japón liberó el sábado (hora local) al capitán de un barco chino de pesca que estaba en el centro de un fuerte enfrentamiento con China que ha puesto en peligro las relaciones entre las dos mayores economías de Asia, publicó la agencia de noticias Kyodo.

El capitán, Zhan Qixiong, salió poco después del aeropuerto de Ishigaki, en el sur de Japón, en un vuelo con destino a casa, añadió la agencia.

Un fiscal de la ciudad de Naha, en la isla de Okinawa, en el sur de Japón, dijo el viernes que la decisión de dejar en libertad al capitán chico, cuya trainera chocó este mes con dos patrulleras japonesas en aguas cerca de unas islas que reclaman ambos países, tuvo en cuenta la importancia de las relaciones sino-japonesas.

Además llega después de la detención de cuatro japoneses sospechosos de violar la ley china sobre la protección de instalaciones militares, aunque el secretario jefe del Gabinete japonés Yoshito Sengoku ha negado que hubiera un vínculo entre los dos asuntos.

La disputa sobre el pesquero chino hunde sus raíces en un largo desacuerdo sobre la soberanía de una zona potencialmente rica en recursos naturales, y además ha puesto de manifiesto la fragilidad de unas relaciones afectadas desde hace mucho por las guerras y rivalidades regionales.

Ambos países reclaman la soberanía sobre unas islas deshabitadas del mar del Este de China que los chinos llaman Diaoyu y los japoneses Senkaku. También están enfrentados por la exploración de gas natural por parte de China en ese mar, donde Pekín está implicado en otras disputas territoriales con otros países asiáticos.

Kyodo citó el viernes por la noche a un responsable japonés de la agencia de recursos naturales y energía diciendo que era muy probable que China hubiera comenzado a perforar en un yacimiento de gas en las polémicas aguas del mar del Este de China, pero también citó a un responsable del ministerio de Asuntos Exteriores que dijo que no había confirmación.

Estados Unidos saludó la decisión japonesa de liberar al capitán chino, afirmando que desactiva una situación potencialmente peligrosa.

Había preocupación porque una disputa prolongada pudiera dañar las relaciones entre la segunda y la tercera mayor economías del mundo, que están a punto de intercambiar lugares, con China superando a Japón.

La apática economía de Japón depende cada vez más del dinamismo de China para crecer. China se convirtió el año pasado en el mayor socio comercial de Japón y el comercio bilateral alcanzó los 12,6 billones de yenes (unos 110.720 millones de euros) en el primer semestre, un salto del 34,5 por ciento respecto al mismo periodo del año pasado, según datos japoneses.

Antes de la puesta en libertad del capitán, China había cancelado los encuentros diplomáticos y las visitas de estudiantes. Además preocupaba que Pekín fuera a retener los envíos de los minerales necesarios para los productos electrónicos y de componentes automovilísticos para aumentar la presión sobre Japón.

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