El cambio de nombre decidido por parte de los propietarios de la discoteca murciana La Meca ha abierto un cierto debate en torno al uso que se hace de los diversos locales eclesiásticos y lo políticamente correcto de estas iniciativas.
La Meca, la famosa discoteca y mediática en los últimos tiempos, se ha visto obligada a modificar su nombre por considerarlo ofensivo para la comunidad islámica. Sin embargo, se han observado multitud de casos en los que los edificios santos se han transformado en lugares de diversión y ocio para los jóvenes.
El ritmo de vida actual está haciendo que los lugares de culto se encuentren en situaciones difíciles para mantener los costes, puesto que reciben pocos feligreses o tienen problemas en su construcción y mantenimiento. Por este motivo cada vez son más los casos en los que estos edificios se venden, poniendo a disposición del nuevo dueño todas las instalaciones.
Práctica habitual en Europa
A lo largo de toda Europa, fundamentalmente en Inglaterra, Alemania y Holanda, se han dado varios ejemplos, entre los que destaca una discoteca en Hungría que contaba con bailarinas ligeras de ropa entre sus espectáculos, y que en su inauguración causó una gran polémica.
Irlanda también es sede de este tipo de locales. Se puede encontrar un espacioso bar, denominado Church en honor a la antigua iglesia en el que está asentado. Cuenta con restaurante y una amplia terraza también.
La cuna de la innovación y los lugares llamativos, Amsterdam, también cuenta con su propia iglesia transformada en un local de copas. El lugar en cuestión se denomina Paradiso, y entre sus actividades fundamentales destacan la celebración de conciertos y fiestas de temática variada.
Otro local de gran éxito es Mass, situado en la antigua iglesia de St Matthew, en Londres, que mantiene los techos abovedados y los frescos característicos. Sus sesiones de hip hop han llegado a recibir algún premio a lo largo de su trayectoria.
Impedimentos actuales
En España también se encuentran ejemplos, entre los que destaca la iglesia de las Salinas situada en el Cabo de Gata, que durante algún tiempo estuvo abierta como local de copas, aunque también ha sido utilizada como centro de turismo.
A partir de estos hechos, el Vaticano lanzó en 2009 una prohibición para evitar vender lugares sagrados hasta no conocer la utilidad que va a tener posteriormente. Lo que se pretende es evitar la transformación de iglesias en lugares donde se lleven a cabo actividades alejadas de la moral católica.
Cambiarán el nombre a la discoteca La Meca