DIYARBAKIR, Turquía (Reuters) - Diez personas murieron y tres resultaron heridas cuando una bomba al costado de un camino explotó debajo del minibús en el que viajaban en una región del sudeste de Turquía donde operan militantes kurdos, dijeron funcionarios de seguridad.
El ataque ocurrió próximo al pueblo de Gecitli, en la provincia de Hakkari, cerca de las fronteras con Irak e Irán. Las fuentes de seguridad indicaron que la explosión fue provocada por un dispositivo a control remoto, aunque un alcalde aseguró que se trató de una mina terrestre.
Un bebé de 15 meses estaba entre los heridos, informaron los medios turcos.
Las bombas al costado del camino se han convertido en la modalidad de ataque elegida por los militantes del separatista Partido de los Trabajadores de Kurdistán (PKK), y se dirigen habitualmente contra las fuerzas de seguridad.
Un portavoz del grupo negó que la rama armada del PKK, las Fuerzas de Defensa del Pueblo (HPG), estuviera tras el ataque.
"El HPG no estuvo involucrado en esto", dijo Roj Welat, portavoz del PKK en el norteño Irak.
El PKK declaró un cese del fuego el mes pasado, que tiene vigencia hasta el 20 de septiembre.
Los rebeldes no han dicho si extenderán la tregua a la que llamaron durante el mes sagrado islámico de Ramadán y antes de un referendo del 12 de septiembre sobre reformas constitucionales.
El primer ministro, Tayyip Erdogan, dijo que Turquía será inquebrantable en la lucha contra el terrorismo.
"El terrorismo exige un precio, pero esto no quedará impune", sostuvo el primer ministro luego del ataque.
Antes del cese del fuego, se había registrado un incremento de la violencia entre las fuerzas armadas y los rebeldes desde que en junio el PKK puso fin a una medida similar que duró 14 meses.
Varios miles de guerrilleros kurdos operan en las montañas del norte de Irak, desde donde lanzan ataques a través de la frontera.
La agrupación se alzó en armas contra Turquía en 1984. Más de 40.000 personas, en su mayoría kurdos, han muerto en el enfrentamiento.
