
La canciller alemana, Angela Merkel, dijo hoy que los países del G8, que concluyeron este sábado su reunión de dos días en Canadá, coinciden en que ha pasado el momento de los estímulos económicos.
"En general existe la opinión común de que ha pasado el momento para los grandes estímulos económicos y que tenemos que embarcarnos todos en la salida", afirmó Merkel en declaraciones a la prensa al final de la cumbre del G8, que irá seguida del inicio de la reunión de líderes del G20 esta noche en Toronto.
La canciller reconoció que puede haber diferencias de opinión sobre la velocidad a seguir en el nuevo camino de la austeridad fiscal pero insistió en que Alemania se ha inclinado por un camino que calificó de "razonable".
Sus declaraciones llegan en medio de un acalorado debate entre EEUU y Europa sobre el camino a seguir ahora que la economía global ha comenzado a recuperarse de la peor crisis en varias décadas.
Dos posturas enfrentadas
Washington recomienda una retirada lenta de las medidas de estímulo, mientras que Alemania, Gran Bretaña y el país anfitrión, Canadá, entre otros, hacen hincapié en la necesidad de poner en marcha ya un plan de austeridad fiscal.
Merkel dijo creer que la economía global sólo logrará un crecimiento "duradero y sostenible" si los países consolidan sus finanzas "e implementan reformas estructurales al mismo tiempo".
Alemania, que espera que su déficit presupuestario alcance el cinco por ciento del Producto Interior Bruto (PIB) este año, anunció recientemente su intención de recortar el gasto público en 80.000 millones de euros durante los próximos tres años.
Por lo demás, la mandataria alemana reconoció que "desafortunadamente" no existe consenso en el seno del G20 sobre la propuesta de algunos países europeos de imponer o bien un impuesto global a la banca o una tasa sobre las transacciones financieras.
La medida buscaría actuar como una especie de seguro contra crisis financieras futuras.
El G20 está integrado por la Unión Europea, el G8 (EEUU, Canadá, Japón, Alemania, Reino Unido, Italia, Francia y Rusia), Corea del Sur, Argentina, Australia, Brasil, China, India, Indonesia, México, Arabia Saudí, Sudáfrica y Turquía.
Además, el primer ministro canadiense, Stephen Harper, invitó a los líderes de España, Holanda, Vietnam, Etiopía y Malawi.