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Italia abre los brazos a los inversores

Italia crece un 1,9 por ciento. Foto: Archivo
La primavera ha traído buenas noticias para Italia: se ha sabido que en 2006 su economía creció el 1,9 por ciento, un nivel que no se veía desde el año 2000 y que supera las expectativas iniciales del Gobierno de centroizquierda de Romano Prodi, que preveía un resultado del 1,3 por ciento.

Los desafíos a los que se enfrenta el Ejecutivo de Roma son la deuda pública, el déficit exterior y la estabilidad de la coalición gubernamental, que fue duramente puesta a prueba en febrero, cuando un revés del Senado puso en crisis al Gobierno e hizo temblar tanto a los analistas como a los empresarios. Sin embargo, el problema más urgente de Italia sigue siendo el de las cuentas públicas, aunque esto podría aliviarse gracias a la reforma del sistema de las jubilaciones.

El desenlace positivo de la crisis política y las medidas de liberalizadoras aprobadas en sectores claves de la economía italiana como la electricidad, los servicios de seguros, los transportes y la construcción, la comunicación y la banca han reforzado el clima de confianza, lo que ha propiciado un aumento de las inversiones y exportaciones, así como la presencia de empresas españolas en el mercado italiano.

Italia se encuentra en un momento de cambios estructurales. Y la mayor sensibilidad e interés hacia nuevas formas de abastecimiento energético, ofrecerán oportunidades para las empresas españolas. Sirva de ejemplo Iberdrola, que hace poco firmó una alianza con el grupo energético italiano API Holding para construir y explotar 350 megavatios eólicos en Italia, proyecto que supondrá una inversión de 500 millones de euros.

Ya el año pasado, Italia puso en marcha iniciativas para atraer nuevos inversores para el mercado del gas, que hasta ese momento era controlado monopolísticamente por la empresa italiana Eni. Pero el futuro también podría ser de color rosa para las compañías que operan en el sector de los seguros, los servicios financieros y la construcción. Con la ley Tremonti Bis, aprobada por el anterior Ejecutivo (de centroderecha), Italia busca incentivar las inversiones en su territorio, ya sea en bienes de consumo o en capital humano.

Las inversiones susceptibles de recibir ayudas serían, entre otras, aquéllas que prevén la realización de nuevas obras, la conclusión o ampliación de obras suspendidas o la reactivación y la modernización de instalaciones ya existentes.

Trenes de alta velocidad

En el ámbito de los transportes, el Gobierno de Prodi anunció recientemente que anulará todas las concesiones adjudicadas sin una contrata para construir las líneas de trenes de alta velocidad, lo que brinda oportunidades de inversión. Y tampoco se deben descartar posibles negocios en el sector farmacéutico o agroalimentario, que cuenta con la presencia de firmas españolas tan conocidas como SOS Cuétara y Pescanova.

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