ATENAS (Reuters) - Tres personas murieron el miércoles en un incendio declarado por manifestantes griegos en el centro de Atenas, durante una marcha de protesta contra las medidas de austeridad del Gobierno, dijo el cuerpo de bomberos.
"Hemos encontrado a tres personas muertas en el edificio que está en llamas", dijo en un comunicado.
Los trabajadores del sector público y privado realizaban una huelga general contra los planes de austeridad, poniendo a prueba la determinación del Gobierno para llevar a cabo recortes de presupuesto draconianos a cambio de recibir miles de millones en ayuda.
Los aviones no despegaron, el transporte público estaba interrumpido y los hospitales trabajaban con los servicios mínimos mientras los empleados del sector privado se unían al paro de 48 horas del sector público que el martes sacaron a 4.000 personas a las calles.
"Sólo puedo esperar que cambie algo con estas huelgas", dijo Evgenia Kavoura, una contable de 52 años.
"Estaríamos dispuestos a ceder nuestras pagas extras si supiéramos que sería la última vez que lo piden, si supiéramos que los políticos devolverían el dinero que nos robaron".
Con los mercados globales hundiéndose por las preocupaciones de que el paquete de rescate de la UE y el FMI de 110.000 millones de euros para Grecia no sea suficiente para detener el contagio de la crisis de deuda, miles de trabajadores se preparaban para la que podría ser la mayor manifestación en meses.
Se esperaba que la protesta fuera la mayor desde la de principios de marzo, cuando más de 20.000 personas se manifestaron en Atenas y la policía se enfrentó con jóvenes.
"Con nuestra huelga de hoy, continuamos nuestra lucha contra las medidas duras e injustas, que golpean a trabajadores, pensionistas y desempleados", dijo Yannios Panagopoulos, presidente del sindicato del sector privado GSEE, a Reuters.
"Nuestra lucha es también un mensaje al pueblo de Europa, de que lo que comenzó en Grecia pronto se extenderá porque Europa ha demostrado ser incapaz de enfrentarse a esta crisis".
El primer ministro, el socialista Georgios Papandreu, remitió un proyecto de austeridad al Parlamento el martes que contempla 30.000 millones de euros de ahorro a través de profundos recortes en salarios y pensiones y un incremento del IVA.
Los sondeos muestran un creciente descontento entre los griegos, que sienten que están pagando el precio de la crisis de su países mientras la rampante evasión fiscal y la corrupción quedan impunes.