La promotora les ofrece dinero pero ellos quieren una casa igual
Hacia abajo sólo ven el vacío y hacia arriba, amenazantes rascacielos. Su casa, ya debería ser un gran centro comercial. La promotora que quiere comprarla cada vez ofrece más dinero al matrimonio.
Por una vivienda igual
Pero la mujer avisa que no es eso lo que quieren. Ellos piden una vivienda igual, no dinero. Y ni el ruido tremendo de las excavadoras les asusta. Llevan semanas sin luz ni agua. No tienen ni puerta. A través de una cuerda les han subido víveres y una bombona de butano. Sus compatriotas se han volcado con ellos. Llegan de todas partes para ofrecerles su apoyo.
En lucha contra el ayuntamiento
El matrimonio se aferra a la recién aprobada ley de propiedad, pero ésta no entrará en vigor hasta octubre.
De momento, el Ayuntamiento de esta ciudad de 30 millones de habitantes se niega a escuchar a este hombre clavado a su casa. Aunque el alcalde aún no ha ordenado el derribo.
