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Obama se compromete a recortar el déficit récord de EEUU

WASHINGTON (Reuters) - El presidente estadounidense, Barack Obama, se comprometió el lunes a recortar a la mitad el déficit presupuestario previsto para 2010 al final de su primer mandato, pero convirtió la lucha contra el desempleo en su prioridad inmediata con un plan de gastos que podía ser recibido con enfado por los estadounidenses y ser objeto de una dura pelea en el Congreso.

Criticado por los republicanos por aumentar los impuestos sobre los más acomodados, Obama está bajo presión para convencer a los inversores y lograr que acreedores vitales como China de que tiene un plan creíble para controlar el déficit y la deuda del país.

"No podremos controlar el déficit de la noche a la mañana, dado que la recuperación está todavía consolidándose", dijo el presidente tras detallar unos planes de gasto de 3,8 billones de dólares para el año fiscal hasta septiembre de 2011.

"Seguiremos, por ejemplo, haciendo lo que haga falta para crear empleos. Eso está reflejado en mi presupuesto. Es esencial", manifestó en una declaración televisada en la Casa Blanca.

Su proyecto va ahora al Congreso, fuertemente dividido sobre cómo afrontar los dos problemas fundamentales: un déficit masivo y un elevado desempleo, en una emergencia aún frágil de la recesión. Los congresistas, que se juegan la reelección en noviembre, no querrán molestar a sus votantes, y podrían modificar sustancialmente estos planes.

El proyecto presupuestario prevé un déficit de 1,56 billones en 2010, es decir, el 10,6 por ciento del Producto Interior Bruto, siete décimas más que en 2009, aunque se espera que caiga al 8,3 por ciento en 2011.

Para cuando el mandato de Obama acabe en enero de 2012 la cifra habría caído a la mitad de la que heredó al llegar al poder, lo que supondría mantener una promesa electoral clave, suponiendo que lograse que el Congreso aceptase recortes de gastos y que la economía tenga un rebote lo suficientemente fuerte como para aumentar los ingresos impositivos.

Aunque todo salga bien, el presupuesto sigue proyectando que la deuda pública de EEUU supere el 71 por ciento del PIB en 2013, frente al 53 por ciento de 2009 y casi el 80 por ciento en 2020, unos niveles que asustan a los inversores.

Obama aseguró que ha heredado el caos financiero de su predecesor, el republicano George W. Bush, pero admitió que el presupuesto no gustará a mucha gente.

"El día de presupuestos es como el día de impuestos: nunca es divertido. A pesar de cualquier cosa, siempre son grandes números".

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