PESHAWAR, Pakistán (Reuters) - Los equipos de rescate buscaban el miércoles víctimas entre los escombros de un hotel de Peshawar después de que un atentado suicida matara al menos a siete personas, en el último ataque extremista en venganza por una ofensiva del Ejército paquistaní en el valle de Swat.
La resolución mostrada por el Gobierno paquistaní y el Ejército en Swat ha alentado a las autoridades estadounidenses, preocupadas por que su aliado con capacidad nuclear pudiera deslizarse hacia el caos si no se detenía el progresivo avance de los talibanes hacia Islamabad.
Un responsable de la ONU dijo que dos trabajadores de la organización, un ciudadano ruso y una filipina, estaban entre los muertos en el ataque del martes por la noche contra el Pearl Continental, un hotel popular entre personalidades y extranjeros que visitan la capital de la Provincia de la Frontera Noroccidental.
Los extremistas talibanes han incrementado sus atentados en las ciudades desde que el Ejército lanzó una campaña en abril para limpiar de combatientes islamistas un bastión en el Swat y otras zonas del noroeste de Pakistán.
"El balance de víctimas es de siete personas muertas en la explosión, incluyendo cuatro cuyos cuerpos fueron recuperados hoy", dijo el jefe de policía de la ciudad, Sifwat Ghayyur, responsable de la investigación.
El balance excluye a los extremistas muertos y a las personas aún desaparecidas en el maltrecho hotel. La fuerza de la deflagración destrozó todas sus ventanas, y llevó a la caída de varios muros de hormigón y plantas en la parte frontal del hotel.
El agente de policía Abdul Gafoor Afridi dijo que 64 personas habían resultado heridas. El director del hotel estaba entre los desaparecidos.
Los extremistas se abrieron paso disparando hasta la entrada del hotel e hicieron explotar un camión bomba frente al vestíbulo, lo que hizo recordar el atentado contra el hotel Marriott en Islamabad el pasado septiembre en el que murieron 55 personas.
Las Naciones Unidas están muy implicadas en ofrecer ayuda para más de 2,5 millones de personas desplazadas por los combates en Swat y otras zonas en el noroeste.