MOGADISCIO (Reuters) - Las fuerzas del Gobierno se enfrentaban el sábado por segundo día consecutivo a insurgentes islámicos en la capital de Somalia, Mogadiscio, intentando recuperar el control de la ciudad.
Los intensos combates provocaron el viernes al menos 45 muertos, más de la mitad civiles, e hirieron a casi 200 en uno de los días más sangrientos del conflicto en la capital vistos en meses.
Los Estados vecinos y los gobiernos occidentales temen que Somalia, que ha estado atascada en una guerra civil durante 18 años, se convierta en un refugio para islamistas vinculados a Al Qaeda, a menos que la nueva administración liderada por el jeque Sharif Ahmed los derrote.
Residentes afirmaron que el sábado había tiroteos esporádicos pero temían que las luchas se intensifiquen, tras las noticas que apuntan que los rebeldes recibirán refuerzos para confrontar la ofensiva del Gobierno.
Los insurgentes islámicos se alzaron en armas en 2007 para expulsar a las tropas etíopes respaldadas por un Gobierno pro occidental, que por entonces no logró estabilizar a la nación del Cuerno de África.
Los etíopes se retiraron a comienzos de 2009 y en enero se eligió a un presidente islámico en la vecina ciudad de Yibuti. Pero los insurgentes han intensificado sus asaltos contra el nuevo Gobierno y los soldados de paz de la Unión Africana instalados en Mogadiscio.
El Gobierno de Somalia ha acusado a Eritrea de apoyar a los insurgentes del grupo al Shabaab con cargamentos aéreos de rifles de asalto AK-47, granadas y otras armas.
La Unión Africana incrementó el viernes por la noche la presión sobre la nación del Cuerno de Africa al solicitar que el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas emita sanciones contra Eritrea y declare un bloqueo aéreo y marítimo.
"(Que el Consejo de Seguridad de la ONU) imponga sanciones contra todos aquellos actores extranjeros, tanto dentro como fuera de la región, especialmente Eritrea, que entregan apoyo a los grupos armados", indicó el comunicado de la organización compuesta por 53 miembros.
El presidente de Eritrea niega la acusación y culpa a agentes estadounidenses de propagar mentiras para manchar el nombre de su Gobierno.
Desde el comienzo en 2007, el conflicto ha causado la muerte de al menos 17.700 civiles y desplazó a más de 1 millón de sus hogares. Cerca de 3 millones de somalíes sobreviven con alimentos de asistencia humanitaria.
La agencia de refugiados de la ONU sostiene que 49.000 personas han huido de los combates en Mogadiscio en las últimas dos semanas.