La propagación del virus de la gripe A ha aumentado la demanda y la producción de máscaras, gafas protectoras, viseras y trajes de aislamiento.
En Filipinas, por ejemplo, una empresa que fabrica todo este tipo de material de protección médica, ha contratado esta semana otros 100 trabajadores para poder atender el aumento de pedidos que ha surgido.
Con la gripe A, muchos frabricantes han visto triplicadas sus solicitudes y han tenido que mantener la producción durante las 24 horas del día.
Máscaras de diseño
En otro continente, concretamente en EEUU, una agencia de publicidad de Nueva York está detrás de unas divertidas máscaras de diseñadores que permitirán a la gente destacar entre la multitud mientras intentan eludir la nueva variedad del virus de la gripe.
"Cuando vimos el pánico en torno a la gripe, pensamos que convertir una mascarilla facial, este símbolo del temor, en un lienzo para generar sentimientos más creativos o lúdicos era una manera de decir 'no tenemos nada que temer más que al miedo en sí mismo'", apuntó Mark DiMassimo, presidente ejecutivo y jefe creativo de DIGO.
"La vida continúa, diviértete, exprésate. Si quieres ser cuidadoso, no hagas que tu vida sólo se trate de eso", dijo DiMassimo, quien prevé una serie de 25.000 mascarillas a un valor de 100 dólares cada una, junto a un certificado de autenticidad que garantiza que forman parte de la primera edición.
El misterio de las mascarillas
Primero, hay que destacar que existen dos tipos de mascarillas: las quirúrgicas (o sencillas) y las de protección o respiradores (que llevan filtros). Solo estas últimas protegen, y no al 100% en ningún caso, de la gripe.
Las mascarillas quirúrgicas o de tela sencilla tienen como función no infectar al paciente, que en un quirófano queda expuesto a todo tipo de virus. Funciona a partir de un razonamiento sencillo: el aire de la nariz y la boca sale a gran velocidad y de frente, y las partículas grandes (entre 3 y 8 micras, teniendo en cuenta que una micra equivale a 0,001 milímetros) impactan contra la mascarilla y no salen al exterior. También limita ligeramente el acceso de partículas al respirar, pero el aire de dentro de la máscara solo es entre 1,5 y 3 veces más limpio que en el exterior. Por eso, usarla como forma de evitar contagios es absurdo, pero además peligroso, ya que da la sensación de falsa seguridad.
Esta mascarilla es aconsejable para una persona con síntomas de gripe que haya estado en México o en contacto con alguien llegado recientemente del país, y la puede usar antes de contactar con el médico -algo que, por otra parte, debe hacer de forma inmediata- para no contagiar a nadie de su entorno.