BAGDAD (Reuters) - Dos suicidas con chalecos explosivos se inmolaron en las puertas de un venerado santuario musulmán chiíta el viernes en Bagdad, causando la muerte de 60 personas, dijo la policía iraquí.
El ataque fue el más mortal en Irak desde que 63 personas murieron cuando un camión explotó en la capital el 17 de junio del año pasado, y sucedió en medio de una creciente preocupación de que una reciente caída en el nivel de violencia haya sido sólo temporal.
Al menos 125 personas resultaron heridas en explosiones aparentemente coordinadas en el santuario Imán Musa al Kadhim, en el barrio predominantemente chií de Kadhimiya, señaló la policía. Muchos de los muertos y heridos eran peregrinos iraníes.
La policía dijo que los atacantes se aproximaron a dos entradas del santuario, que ha sido blanco frecuente en el pasado.
Uno de los atacantes detonó los explosivos en un patio del santuario, que contiene las tumbas de dos importantes santos o imanes.
Los atentados perpetrados en el día sagrado musulmán se produjeron tras dos ataques suicidas ocurridos el jueves, uno en Bagdad y el otro en la provincia nororiental de Diyala, que mataron al menos a 89 personas.
La mayoría de los 57 muertos en Diyala eran iraníes, que se han desplazado por millones hacia Irak desde que el dictador árabe suní Sadam Husein fuera derrocado en 2003.
"El incidente (en Irak) ayer fue un aborrecible ejemplo de aquellos que atacan a la religión en nombre de la religión", dijo el influyente clérigo iraní y ex presidente Ali Akbar Rafsanjani a los fieles en las oraciones del viernes.
Pese a que la violencia en Irak cayó durante el año pasado, grupos insurgentes como Al Qaeda frecuentemente llevan a cabo ataques. Los atentados suicidas son el sello del grupo islamista suní.
Los últimos ataques coinciden con el creciente temor de un resurgimiento de la violencia a medida que las tropas estadounidenses se preparan para retirarse de las ciudades iraquíes en junio.