
El presidente francés, Nicolas Sarkozy, se mostró "verdaderamente feliz" del resultado de la cumbre del G-20 celebrada en Londres y destacó que era "emotivo" ver a los diferentes países ponerse de acuerdo sobre "medidas tan precisas" para hacer frente a la crisis.
"Va más allá de lo que hubiéramos imaginado", admitió el mandatario galo, que en vísperas de la reunión había amenazado con levantarse de la silla si no se acordaban medidas concretas para regular el sistema financiero internacional. Sarkozy ha logrado uno de sus principales objetivos: la elaboración de una lista de paraísos fiscales.
En la rueda de prensa celebrada al término de la cumbre, subrayó, en primer lugar, que los Jefes de Estado y de Gobierno han decidido reformar "en profundidad" la organización financiera internacional, algo que "no se había hecho jamás hasta este punto desde los acuerdos de Bretton Woods en 1945".