
Los presidentes de Francia, Nicolas Sarkozy, y de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, se han esforzado en poner presión al G20, de cuya cumbre del jueves exigen que salga una regulación del sistema financiero, al que culpan de la crisis actual por falta de instrumentos de control.
Sarkozy, en una comparecencia conjunta con Lula al término de un encuentro entre ambos en París, ha subrayado que los dos "queremos que el mundo cambie y que haya un mínimo de regulación, teniendo en cuenta el desastre que ha supuesto la desregulación".
"Las turbulencias que estamos viviendo son consecuencia de la falta de gobernanza, de la falta de responsabilidades" en el sector financiero, ha reafirmado Lula da Silva, que ha advertido a sus homólogos del G20 de que ellos dos no están dispuestos a "asumir la responsabilidad de una reunión fracasada" en Londres.