Al menos 198 inmigrantes ilegales de una etnia musulmana perseguida en Birmania han sido interceptados en alta mar por la Armada indonesia frente a la costa de Aceh, al norte de Sumatra. Cuentan que en Tailandia fueron deportados metiéndolos en una barca sin apenas alimentos y dejándolos a la deriva en medio del mar.
Los indocumentados, hallados el domingo pasado por pescadores indonesios, han viajado durante 21 días en una precaria embarcación de madera a la deriva y al menos 22 personas murieron durante la travesía, según portavoz de las fuerzas navales citado por la agencia oficial Antara. Los motivos, la deshidratación, la falta de alimentso y el hacinamiento.
Los inmigrantes son miembros de la etnia rohingya, no reconocida por la mayoría budista que gobierna Birmania y miles de cuyos miembros viven en campos de refugiados en Bangladesh o intentan huir a otros países de la región.
Una etnia perseguida
Hace un mes, Indonesia negó el asilo político y deportó a 193 rohingyas que fueron hallados flotando a la deriva en el oeste del archipiélago. En 1992, más de un cuarto de millón huyó de la limpieza étnica en Birmania, según la organización Human Rights Watch.
Integrada por unos tres millones de personas que descienden de los comerciantes árabes que llegaron en el siglo VII a la región de Arakan, es habitualmente reprimida por la Junta Militar.
En las últimas semanas, cientos de rohingya que llegaron a las costas de Tailandia fueron devueltos al mar sin agua ni comida, según grupos de derechos humanos, mientras otros están retenidos en campos de refugiados en el sur del país.