Fútbol

Casillas, el capitán perfecto desde el banquillo de España

  • El portero explotó de júbilo tras el gol de Piqué
  • Al acabar el partido saltó eufórico al campo a abrazar al central
Casillas, en el banquillo durante el último amistoso de España. Imagen: EFE

El debut de España frente a la República Checa en la Eurocopa tuvo varios nombres propios. Uno de ellos fue el de David de Gea. El arquero del Manchester United fue finalmente titular pese a su supuesta implicación en el caso 'Torbe'. Su presencia en la alineación dejó, por su parte, daños colaterales en Iker Casillas. Por primera vez desde 2002, España arrancó un torneo oficial sin él, sin su actual capitán entre palos. Por eso, por la importancia de su suplencia, las cámaras lo buscaron constantemente. Cada gesto, cada guiño, cada mueca era escudriñada por cámaras. Y lo que se encontraron fue varias versiones del cancerbero del Oporto, ex del Real Madrid.

La primera, tensa, concentrada. Fue la de los minutos iniciales, cuando España dominaba y el partido iba por buen camino. Casillas estaba metido en el partido tanto como si hubiera jugado. Tanto como si él mismo hubiera sido titular.

Luego mostró otra versión. Más nerviosa. Ansiosa, como la cara de todos los integrantes de su equipo, que vieron como, conforme pasaban los minutos, España no hacía el gol del triunfo. 'La Roja' dominaba con un fútbol de fantasía que no lograba romper la muralla checa.

Y fue con el gol de Piqué, ése que logró disolver la defensa contraria, ése que por fin batió a Cech, con el que llegó la tercera versión de Casillas.

Eufórico, desatado de alegría, el capitán festejó el gol por todo lo alto. Salió a toda velocidad de su banquillo para saltar por la banda de Toulouse como si un niño pequeño se tratase.

Minutos después, cuando el árbitro pitó el final del partido, se lanzó al terreno de juego a festejar el triunfo. No había dado un título, pero por las muestras de afecto de Casillas, parecía que sí, que hubiera supuesto un nuevo trofeo para 'La Roja'.

Uno de los hombres que recibió más afecto por parte de Iker fue el autor del tanto. Aún estaba Piqué saludando al cuerpo técnico cuando el guardarredes lo apartó de la vista de los trencilla. Allí, en la 'intimidad' del centro del campo, lo abrazó y dijo algo al oído entre gestos de afecto que a más de un madridista molestó en redes sociales por no haber, afirman, dedicado gestos parecidos a sus ex compañeros blancos.

Sea como fuere, lo cierto es que Casillas superó con prueba el test de la 'capitanía' en el exilio de un banquillo desde el que dio el máximo apoyo a sus compañeros, al igual que le sucedió a él con Pepe Reina, cuando el portero del Nápoles vivió con una sonrisa su suplencia a la sombra del propio Iker.

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