El Real Madrid vive pendiente de una prueba médica. Hoy Cristiano Ronaldo se someterá a una ecografía que determinará si está lesionado o no el cuádriceps de su pierna derecha. Ayer el luso dejó el terreno de juego cojeando y afectado de molestias en este músculo. Aunque en el club inyectan elevadas dosis de tranquilidad al asunto, lo cierto es que hasta que no haya resultados, no respirarán tranquilos. En todo caso, Zinedine Zidane cuenta con una medicina para cubrir de forma temporal la posible ausencia del portugués. Lucas Vázquez se ha convertido en el mejor antídoto a cualquier ausencia en la BBC.
Ayer, frente al Villarreal, el extremo de Curtis (A Coruña) volvió a dar un recital de lo que todo buen madridista exige a un canterano: clase, calidad y derroche de energías.
Frente a los amarillos, el '18' entró en el once en lugar del lesionado Gareth Bale, afectado por unas molestias musculares, y apenas necesitó un puñado de minutos para demostrar que sería uno de los hombres de la noche.
De sus botas salió la segunda oportunidad blanca cuando remató en la zona del delantero centro un balón conducido desde la banda izquierda. Era solo el aperitivo del festín que estaba dispuesto a darse por el costado diestro. Porque ayer Lucas Vázquez no paró de percutir por esa banda usando como aliado inesperado a Danilo.
El brasileño se redimió de sus pecados y cuajó un gran partido que el público agradeció con sus aplausos, esos que, ante el Eibar, días después de su actuación en Wolfsburgo, eran pitos intensos. Juntos, Lucas y Danilo decidieron desgastar al Villarreal y provocar el caos en una zaga que no sabía cómo pararlos, especialmente cuando se inauguró la segunda parte.
Una de las ocasiones más claras tras la reanudación salió de nuevo de sus botas. A la siguiente, Vázquez no perdonó. Recogió el balón a unos 20 metros de la portería y como si de Cristiano Ronaldo se tratase, se lanzó en una arrancada llena de potencia tras la que dejó atrás a la defensa amarilla.
Ya dentro del área, soltó un latigazo potente que se coló pegado al palo derecho de la portería de Asenjo. Un gran tanto que no hizo más que redondear una gran noche en la que aún tendría ocasiones de protagonizar algún que otro guiño técnico. Así hasta que en el 83' dejó el terreno de juego para que Jesé ingresara en él.
El canario es uno de los futbolistas a los que Lucas ha adelantado tanto en rendimiento como en preferencias de un público que ayer se rindió a sus pies y reconoció como ídolo emergente con capacidad para suplir (al menos durante algunos partidos) a otros ídolos, estos más consolidados.
Cristiano Ronaldo y Bale pueden estar tranquilos. Si no juegan frente al Rayo o al Manchester City, ya hay quien les supla.
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