
El fútbol mundial mira sorprendido a la Premier League y su inesperado líder. El Leicester ha reactivado el sueño del fútbol romántico, ése por el que se piensa que todo en el deporte rey es posible, que los humildes también pueden agigantarse hasta convertirse en campeones. Que los millones no lo pueden todo... ¿o quizá sí? La Premier está investigando al equipo que entrena Claudio Ranieri ante las denuncias de que sus cuentas pudieras estar trampeadas. Dicho de otra forma: el virtual campeón de la liga inglesa podría haberse saltado las normas del fair play financiero que fija su competición.
Lo ha desvelado hoy el diario 'The Guardian'. Han sido otros clubes los que han pedido que se investigue una posible (e importante) inyección de dinero que contravendría los criterios fijados por la Premier.
Todo parte del dueño del equipo, Vichai Srivaddhanaprabha, un multimillonario empresario tailandés. En 2013-2014 llegó a un acuerdo con una empresa llamada Trestellar para comercializar la imagen del club en el Reino Unido y Asia.
Sucede que esa empresa pagó al Leicester por esos derechos y luego vendió a King Power, compañía que pertenece al presidente del club. Resumiendo: el dueño habría inyectado dinero en la entidad usando acuerdos con terceras empresas y, así, reflotar una entidad que, no olvidemos, luchaba por la permanencia el curso pasado.
En Inglaterra, al igual que sucede en la UEFA, los dueños de estos clubes no pueden inyectar dinero de su bolsillo a las cuentas del club porque, entienden estos organismos, eso generaría un 'dopaje' financiero que generaría enormes diferencias deportivas entre los participantes de sus competiciones.
El Leceister, sin embargo, se habría saltado esta regla y, por lo tanto, contravenido las normas. Esta práctica se habría producido cuando el club aún estaba en la League Championship, la segunda división del fútbol inglés.