
El Barça llega al clásico del sábado en una posición privilegiada. Los culés sacan 10 puntos de ventaja al Real Madrid y nueve al segundo clasificado, al Atlético de Madrid. Nadie diría que el duelo puede ser un problema para su entrenador. Sin embargo, un dilema atenaza a Luis Enrique. La cercanía del choque de cuartos de final de la Champions ante el Atlético de Madrid unido a las lesiones de algunos de sus futbolistas y el cansancio generado por los partidos de selecciones hacen que el preparador dude sobre qué hacer con su alineación y como afrontar el partido.
Cabe recordar que la lista de incidencias es elevada. Por ejemplo, Busquets e Iniesta no viajaron con la selección española por sus problemas físicos. El primero sufre una rotura en un dedo de su mano derecha.
El segundo arrastraba problemas físicos desde el duelo de octavos ante el Arsenal en el Camp Nou. Algo similar le pasó a Rakitic, que no llegó a viajar con Croacia por ciertas molestias. También ha llegado tocado un Jordi Alba que será duda para jugar en el lateral izquierdo.
Menos suerte han tenido Adriano o Mathieu. Los dos estarán KO para el partido y, en el caso del francés, puede que incluso para lo que resta de temporada.
Entre tanto, hombres como Alves, Neymar, Messi, Suárez o Mascherano llegarán agotados tras jugar con sus selecciones al otro lado del charco.
Ante este panorama, podría ser entendible que el técnico decidiera realizar rotaciones y diera minutos a futbolistas que no son habituales. Aleix Vidal, Vermaelen, Bartra, Sergi Roberto, Arda Turan e incluso Munir o Sandro podrían ser de la partida si el partido, en lugar de ser un clásico, fuera un duelo más de Liga.
El problema es que no lo es ni tan si quiera con la enorme ventaja que llevan los blaugrana sobre sus rivales. El Real Madrid acudirá al Camp Nou con ganas de 'arrasar' al eterno enemigo, ganar el partido y, de paso, inyectar dudas en la escuadra culé. De conseguirlo, dicen en el Bernabéu, aún podría haber Liga.
En Barcelona creen que el título está ya más que atado. Sólo falta rematarlo. Sin embargo, sí que admiten que perder el clásico podría suponer un golpe a la moral para el duelo ante el Atlético que se disputará apenas tres días más tarde.
Es por ello que Luis Enrique podría apostar por un once titular en la asunción de un riesgo quizá más peligroso que el de usar una escuadra 'B'. Si en el clásico alguno de los tocados acabase lesionado, podría suponer una baja clave para el choque frente a los rojiblancos.
Un dilema que ronda la cabeza de Luis Enrique y que se resolverá a eso de las 19:30 del sábado, cuando se hagan públicas las alineaciones de uno y otro equipo en un clásico relativamente destensado, pero que podría convertirse en una trampa para ambas escuadras.