La plantilla del Real Madrid se conjuró anoche para sacar al equipo de los malos resultados en una cena que se organizó sin la presencia de Rafa Benítez ni de ninguno de los integrantes del cuerpo técnico blanco. No es la primera vez que algo así sucede. De hecho, desde la última temporada de José Mourinho en la entidad merengue, los futbolistas han adoptado como costumbre reunirse por estas fechas sin que sus entrenadores estén presentes en el acto. Ya ocurrió con el propio 'The Special One', pero también con Ancelotti.
Esta vez , sin embargo, la ausencia del entrenador, de Benítez, toma un cariz especial, un significado nuevo. Y es que las relaciones entre ambas partes siguen sin ser las mejores.
El técnico ha hecho un intento de acercarse a los suyos con una actitud más relajada, un cambio de discurso e incluso un sistema futbolístico que se adecue a los deseos de los jugadores. Pero nada ha funcionado.
La plantilla no cree en Benítez y se nota en cada gesto. Saben, además, que al técnico le queda poco en el club si los resultados van mal. Benítez tiene apenas tres partidos para sacar adelante la crisis.
Si no remonta el vuelo, tras Mestalla, podría ser cesado. De ahí que no se hagan esfuerzos por mostrarse cercanos a un preparador con una posible fecha de caducidad tan señalada.
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Hartos de cuatro jugadores