
Cristiano Ronaldo atraviesa un muy mal momento de forma. Desde que llegó al Real Madrid, allá por 2009, el delantero portugués jamás había tenido un rendimiento tan bajo como el actual. El jugador franquicia del conjunto merengue ya no brilla como antaño. Ello, unido a sus roces con el entrenador, con Rafa Benítez, podría convertirlo en la primera víctima de la crisis institucional y deportiva que se ha instaurado en la casa blanca.
Según medios cercanos a la presidencia merengue, Florentino Pérez ha dado a Benítez plenos poderes para que haga y deshaga en el vestuario. Dicho de otro modo: le ha dado vía libre para sentar en el banquillo o sacar de la convocatoria a cualquier jugador, sea el que sea, se llame como se llame.
Plenos poderes que por ahora no han cristalizado en la lista que el técnico presentó ayer para jugar frente al Shakhtar Donetsk en Ucrania. No hubo sorpresas entre los citados para sentenciar la primera posición del grupo en esta fase de la Champions League. Hay que recordar que los blancos ya están clasificados tras su triunfo agónico por 1-0 ante el PSG en el Bernabéu.
Así las cosas, la primera reacción de Benítez a la crisis que desató el clásico frente al Barça y su nuevas atribuciones plenipotenciarias deberán dejarse notar en el once. ¿Qué hará Benítez? Las opciones son dos: o repetir con las estrellas y tratar de ganarse su confianza o hacer rotaciones y dejar a más de un 'galáctico' en el banquillo para demostrar que él, que Benítez, es quien tiene el poder en ese vestuario.
En caso de hacerlo, los candidatos a acompañarle en el puesto de suplentes son varios. Kroos, James, Modric, Bale o Benzema entrarían dentro de lo normal. Cristiano Ronaldo no. Su suplencia sería algo más que eso. Sería un aviso en toda regla.
Un castigo que, además, no supondría una opción descabellada por lo que se refiere a la importancia relativa del choque y el rendimiento del portugués. Deportivamente hablando podría incluso considerarse un descanso merecido. Pero Cristiano no quiere descansar jamás.
Ésa es la cuestión clave de un futbolista que en los últimos tiempos ha mostrado su lado más rebelde, ése que dejó entrever ya en 2012 cuando amenazó al presidente con su salida del club. Fue el episodio de la "tristeza" que hoy se repite con bajo el titular de "en el futuro nadie saber qué va a pasar".
Así, con esta cantinela, el de Flunchal ha dejado claro que no cierra la puerta a una salida cercana del Real Madrid y, de paso, ha entrado en conflicto directo con el presidente. El respaldo de Florentino a Benítez y su concesión de poder hacer y deshacer como quiera con la plantilla es una forma de aumentar el órdago ante el delantero portugués y dejar claro que es él, el presidente, el que manda.
Ahora sólo queda por comprobar si el técnico hace efectivo el mando que le ha otorgado el palco y hace pagar los platos rotos del clásico a un Cristiano Ronaldo con, cada vez, menos crédito dentro del madridismo.