La derrota del Real Madrid ante el Barça en el clásico del pasado sábado (0-4) todavía sigue coleando en el seno de un equipo, el blanco, en el que se discute la alineación que presentó Rafa Benítez. Once futbolistas que jugaron un mal partido y entre los que figuraron seis que no debieron vestirse de corto esa noche. No por motivos futbolísticos, sino porque su estado físico no era el óptimo.
Esos futbolistas son Keylor Navas, Danilo, Sergio Ramos, Marcelo, James y Benzema. Todos ellos se presentaron en el partido con problemas, en algunos casos, muy graves.
El caso más paradigmático es el de Ramos. El capitán blanco jugó de nuevo infiltrado (sexta vez que lo hace esta temporada) en su hombro izquierdo para evitar el dolor que siente cada vez que juega.
A mediados de septiembre se lesionó en la articulación frente al Sahktar Donetsk y en el último partido de Liga, frente al Sevilla, recayó gravemente de esta dolencia. Los dolores incluso han continuado en varios entrenamientos, pero Ramos arriesgó y aunque no se lesionó el sábado, ha decidido frenar en seco para recuperarse al 100%. Se espera que retorne dentro de un mes en el mejor de los casos.
El otro jugador tocado de cierta gravedad es Marcelo. El brasileño apenas se había recuperado de su lesión, unas molestias musculares que lo apartaron del partido frente al PSG en el Santiago Bernabéu y del que aún no se ha recuperado. De hecho hoy el '12' se realizará pruebas toda vez que acabó el clásico tocado, cuando se marchó del terreno de juego antes de tiempo. Es posible que se baja para viajar mañana a Ucrania en la previa del partido de la Champions League.
También con problemas físicos compareció Keylor Navas. El arquero costarricense apenas entrenó tres días antes del partido. Las horas días al partido se supo que todavía tenía molestias, pero que podía jugar sin que lastraran su juego, como sí pasó frente al PSG en Madrid, cuando ni siquiera pudo sacar de puerta. Quizá si no hubiera sido este partido, habría jugado Kiko Casilla.
Otros futbolistas no jugaron lesionados, pero sí agotados. Danilo y James fueron los mejores ejemplos. El primero no disputó ni un minuto con Brasil, pero sí que viajó y regresó el miércoles a última hora. Apenas pudo realizar dos sesiones con el grupo mientras que Carvajal, sí que se ejercitó en las últimas dos semanas a tope, ya al recuperado 100% de su lesión. De hecho, no jugó ante el Sevilla por precaución. Una precaución que no le impidió ser suplente frente al Barça.
James también se ejercitó solo en dos sesiones después de viajar y disputar, él sí, los 180 minutos con Colombia. Lo hizo después de viajar con el temor de una posible recaída en sus problemas físicos. Isco creyó que él sería el titular, pero Benítez escogió al colombiano.
El último de los futbolistas que jugó con dudas sobre su estado físico fue Benzema. El francés reapareció después de su lesión y lo hizo después de sus escándalos extradeportivos por el caso Valbuena y marcado aún por la tensión de lo acaecido en Francia. En un primer momento en el Real Madrid se creyó que sería suplente, y que, si lo hacía, sería para dejar a Bale en el banquillo. No fue así.
Jugar al despiste
En las dos semanas previas al clásico, Benítez jugó al despiste y probó en varias ocasiones con varios equipos titulares. En ningún caso usó el once que finalmente puso sobre le terreno de juego, según ha desvelado la prensa deportiva madrileña este fin de semana. Ese despiste hizo que algunos jugadores se hayan sentido especialmente dolidos por verse fuera de la alineación en el último minuto.
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