
El Real Madrid afronta el clásico de este sábado con todos sus futbolistas disponibles por primera vez en lo que llevamos de temporada. Una buena noticia que, en realidad, podría convertirse en un problema para su entrenador. El dilema de qué once sacará Rafa Benítez coloca al técnico en una posición complicada que mezcla argumentos deportivos y extradeportivos y que se centra fundamentalmente en dos líneas, el mediocampo y la delantera.
En las otras dos, en portería y defensa parece que no habrá dudas. La meta la defenderá Keylor Navas y la zaga, Danilo, Varane, Ramos y Marcelo. Lo de la medular y la punta de ataque ya es harina de otro costal. Dos zonas que, además, se comunican como vasos comunicantes. Lo que suceda en una se transmitirá inmediatamente a la otra.
Por ahora, de los ocho seis hombres que faltarían para completar el once sólo hay dos que parecen fijos: Cristiano Ronaldo y Modric. El resto son una incógnita que podría ayudar a resolver Benzema. El francés ya tiene el alta médica pero no el 'alta competitiva', que diría Karanka. Es decir, que aunque ya está recuperado, en el Bernabéu dudan de que esté listo para competir al 100%.
Le falta rodaje y eso podría dejarlo en el banquillo como alternativa para la segunda parte, si bien su ausencia es probablemente la que más haya notado el Real Madrid en estos últimos partidos por dos motivos: su juego combinativo ayuda a la creatividad blanca y con él sobre el césped, Cristiano gana en libertad para actuar por donde más le gusta, la banda izquierda.
Con todo y con eso, no es para nada descartable que Karim sea suplente. En tal caso, el Real Madrid jugaría con un 4-4-2 en el que Bale y Cristiano estarían en punta. Otra alternativa con este sistema sería usar a Benzema con Cristiano y sentar a Bale, aunque parece complicado que el galés se vaya al banquillo, después de que ayer lanzara un mensaje claro. "Estoy fuerte y listo para la 'batalla'", comentó.
Con ese dibujo, con cuatro centrocampistas, hay muchas opciones de que Kroos, James y Modric formen en la medular. Isco y Casemiro se disputarían el otro puesto. El primero daría al Real Madrid un toque ofensivo que no aporta el segundo, más dado al equilibrio del que tanto se enorgullece Benítez.
Pero he aquí que tampoco se descarta que Benítez ponga toda la pólvora, con todas sus estrellas en punta, esto es, que use la BBC y la medular tenga que verse reducida a sólo tres hombres.
En tal caso, junto a Modric, ganaría enteros la presencia de Casemiro. Con tanto delantero, el brasileño sería más necesario que nunca. En la otra posición que quedaría bacante podrían jugar Isco, Kroos o James. El colombiano, recién aterrizado a España tras jugar con su selección, podría ser el eslabón más débil de estas opciones de relevo.
Tampoco se descarta desde el seno del Real Madrid que, aún con la BBC sobre el terreno de juego, el Real Madrid forme con un 4-4-2 con Bale convertido en interior derecho, como sucedió en la 2013-2014 frente al Barça en la final de Copa o al Bayern de Múnich en semifinales de la Champions.
Múltiples opciones que dibujan un panorama políedrico para Benítez. De cómo resuelva este dilema y de qué resultado obtenga de él podría depender el clásico y el propio futuro el entrenador madrileño.