Fútbol

Zidane y la opción de sustituir a Benítez si el rumbo del Real Madrid se tuerce

Zidane, entrenador del Real Madrid Castilla. Imagen: Reuters

El Real Madrid afronta el próximo sábado algo más que un partido de fútbol. El clásico frente al Barça siempre lo es, pero las circuntancias que rodean al Real Madrid lo hacen, en esta ocasión, más complicado que nunca. Un triunfo del eterno enemigo en el Bernabéu colocaría a los culés seis puntos por delante de los blancos en la clasificación y dejaría a su entrenador más que tocado después de los últimos tropiezos y la imagen con la que se han producido. Su puesto podría empezar a entrar en peligro. Una opción de la que todavía nadie quiere hablar en el Paseo de la Castellana y ante la que el Real Madrid contaría con un recambio inmediato: Zinedine Zidane.

El francés ya fue el plan B con el que contaba Florentino Pérez, presidente del Real Madrid, cuando Ancelotti caminó por el alambre antes de conseguir la Décima. El propio técnico italiano lo confirmó en una entrevista reciente que concedió al Daily Mail. Sabía que caer en Lisboa habría supuesto su cese.

En tal caso (aunque el transalpino no lo dice) el elegido habría sido Zidane, asistente del técnico aquella noche en el Estado Da Luz. Pero 'Carletto' venció y Zidane tuvo entonces que escoger su destino. Decidió seguir en Madrid (tuvo ofertas de Francia) y hacerlo para coger las riendas del filial.

Sus inicios con el Castilla no fueron buenos y aunque enderezó el rumbo más tarde, la montaña rusa de temporada con la que terminó el curso hizo que se levantaran dudas sobre su futuro en un banquillo de renombre. Zidane siguió al frente del primer filial merengue y hoy ha transformado aquellas críticas en piropos.

El Real Madrid Castilla suma una temporada más que optimista, con una segunda posición sólida a tres puntos del líder en el Grupo II de Segunda B y, sobre todo, dando muestras constantes de un equipo sólido, de buen trato con el balón en el que perlas como el delantero Mariano están haciendo carrera para poder ser tenidos en cuenta con el equipo de los mayores.

Su único lunar se llama Odegaard, pero que el noruego no esté brillando con los chavales no implica que Zidane sí lo haga con su pizarra y se consolide como un técnico de garantías dispuesto a dar el salto al primer equipo si fuera necesario.

Asunto distinto es que estuviera dispuesto a hacerlo de forma inmediata, con el riesgo que supone liderar un proyecto a mitad de temporada y en situación delicada. Un dilema que por ahora no se tiene que plantear.

Habrá que esperar al clásico para saber si en la capital toma fuerza un relevo en el banquillo precipitado. Sólo un triunfo del Real Madrid o una muy buena imagen de los merengues evitaría que la figura de Benítez se tambalease demasiado tanto en los foros públicos del fútbol español, como en las oficinas del Santiago Bernabéu.

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