Iker Casillas ya sabe lo que es jugar con la camiseta del Oporto. También lo que es fallar y hacer milagros con los lusos. En los tres encuentros que ha jugado con su nuevo equipo, el ex del Real Madrid ha tenido de todo. Desde tardes tranquilas, a alguna 'cantada' pasando por actuaciones salvadoras. Con todo, éstas últimas son las que se están destacando en el entorno de los 'dragones'. En Portugal hay muchas ganas de ver triunfar a la nueva estrella de su liga.
Sucedió en el amistoso que jugaron los actuales subcampeones de la Liga Segres (nombre que recibe la competición en el país vecino) frente al Schalke 04. Delante, un viejo conocido de Iker: Klas Jan Huntelaar, ex delantero del Real Madrid y enemigo del portero en las dos últimas ediciones del Champions League.
El 'cazador' puso su punto de mira en el guardameta español, y Casillas superó con nota el reto. Hasta en dos ocasiones hizo de las suyas, hizo dos 'milagros' de esos que solía levantar (cada vez con menos frecuencia, eso sí) al público del Bernabéu de sus asientos.
Uno fue a un remate lejano y seco, que repelió con los puños. El otro, a un tiro raso que el meta despejó con habilidad felina. Fueron dos intervenciones que borraron la desafortunada actuación que tuvo unos días antes cuando, ante el Borussia Mönchengladbach, falló estrepitosamente en el 2-0 que hizo Traoré.
El '16' germano lanzó un latigazo raso cruzado desde el vértice izquierdo del ataque que pasó delante de Iker. Un bote imprevisto evitó que el portero despejase la bola. Parecía fácil, pero pasó por delante de sus narices sin que pudiera evitar el tanto.
Borrón que suprimió con las dos mencionadas intervenciones frente a Huntelaar, las dos primeras de los que los aficionados del Oporto esperan que sean muchas más.
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