Iker Casillas está a un paso de marcharse del Real Madrid. La lógica dice que el club emitirá un comunicado haciendo oficial su adiós a lo largo de esta tarde. La presentación de Danilo (prevista para las 13:00 de hoy) retrasará un anuncio más que cerrado. El capitán se marcha. No hay vuelta atrás. Un adiós forjado en los últimos años con un buen puñado de razones que lo impulsan. Éstas son algunas de las principales:
Sin alternativas, la Champions y Madrid
La primera gran duda que queda por resolver en la llegada de Casillas a Portugal es saber el por qué ha elegido el Oporto y no otros clubes de mayor peso y renombre. Varios son los factores que han impulsado esta decisión.
El primero es que Iker se quedó sin ofertas de renombre que le permitieran jugar la Champions y que lo hicieran, además, donde quería, Londres. Porque el todavía capitán merengue deseaba por encima de todas las cosas salir rumbo a la capital inglesa, metrópoli que satisfacía los deseos personales de su familia.
El problema es que el único club londinense que juega la Champions y que le quería fichar, el Arsenal, no estaba dispuesto a pagar si quiera la cantidad que le abonará el Oporto. Wenger tenía dudas de su adaptación a la Premier y decidió decantarse por otro veterano mucho más aclimatado a la competición. Peter Cech fue el elegido.
Así pues, Casillas debía elegir entre un buen puñado de alternativas en la que siempre faltaba algún factor. La Roma era un club de prestigio, pero le pillaba lejos de Madrid. En Estambul le pagaban un buen salario, pero no también estaba lejos de casa y no le garantizaban jugar Champions. El PSG no le garantizaba la titularidad y el Tottenham le colocaba en Londres, pero sin disputar la máxima competición continental.
Y en éstas llegó la llamada de un Oporto que sí le permite aumentar su leyenda en la Copa de Europa, que sí le ofrece un salario competitivo (aunque sólo le ponga el 40% del sueldo que iba a ganar en el Real Madrid) y que, para colmo, le pilla a poco más de una hora de su casa en avión.
Si a ello se le une la presencia de una nutrida delegación de españoles en el equipo y una escuadra que casi siempre llega lejos en todas las competiciones, el resultado es una oferta perfecta para las alternativas que tenía sobre la mesa el de Móstoles.
El empujón del club
El segundo gran motivo por el que Casillas deja el Madrid (más allá de su destino) apunta a la zona noble del Bernabéu. La directiva del equipo hace tiempo que le quieren fuera de la capital. No les gusta la crispación constante que genera en torno al equipo.
El curso pasado trataron de apagar el incendio de las gradas con la salida de Diego López. Pensaron que con su titularidad, con la titularidad de Iker, todo se calmaría. No ha sucedido así. Más al contrario. En los momentos complicados el sector Anti-Casillas redobló sus pitos contra el capitán.
Eso y algunas actuaciones dudosas del portero terminaron de convencer a la directiva de que lo mejor era que se marchara. Lo hicieron primero avisándole de que respetarían su decisión, pero que iban a fichar a De Gea para que fuera titular.
Cuando los mandatarios comprobaron que Iker quería seguir pese a la presencia del arquero del United, decidieron forzar más la máquina y empujarle más hacia el adiós dejando claro que no le pagarían lo que le quedaba de salario (tal y como quería Casillas), pero sí lo completarían si otro club abonaba un porcentaje importante.
La Eurocopa de 2016
Entre los motivos por los que Casillas se va está cumplir uno de sus sueños: retirarse de la selección española en la próxima Eurocopa de 2016. Aunque sea de suplente. Una opción que se esfumará si permaneciera en Madrid, toda vez que Del Bosque ya le ha advertido que no irá ni convocado si era suplente en el Real Madrid. Así, el portero necesitaba un nuevo equipo en el que jugar para, al menos, entrar en la lista de 23 futbolistas que tratarán de lograr la hazaña del triplete europeo. Con todo y con eso, el arquero sabe que no tiene el puesto asegurado. De Gea es el titular de Del Bosque.
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